“Ser
el
primero
te
da a
veces
una
ventaja
cualitativa
que
puedes
aprovechar”.
Esta
es
una
de
las
ideas
fuerzas
de
esta
entrevista
que
concede
a
nuestra
publicación
Gonzalo
Jiménez
Blanco,
Head
of
Spain
de
Ashurst.
La
firma
anglosajona
cumplirá
el
próximo
año
quince
años
desde
que
abriera
oficina
en
Madrid,
una
de
las
sedes
más
rentables
en
Europa
de
este
bufete
multinacional.
Con
nuestro
interlocutor,
pieza
clave
en
ese
desarrollo
en
la
capital
de
España,
pasamos
revista
a
los
últimos
escarceos
de
la
crisis
económica;
a la
abogacía
de
los
negocios
y
sus
movimientos
de
internacionalización
y al
momento
que
vive
el
arbitraje
internacional,
de
actualidad
tanto
en
nuestro
país
por
varios
laudos
anulados
desde
el
TSJ
de
Madrid
como
por
el
tratado
TTIP
que
suscribirán
la
UE y
Europa
en
los
próximos
meses.
Desde
su
punto
de
vista.
“En
estos
años
hemos
logrado
crecer
y
ajustar
costes.
En
estos
momentos
Madrid
es
la
oficina
más
rentable
de
Ashurst
y su
red
de
despachos”.
Nuestro
entrevistado
desde
hace
más
de
dos
años
realiza
labores
de
Senior
Partner
en
la
oficina
de
Ashurst
en
Madrid
mientras
que
Eduardo
Gracia,
de
perfil
fiscalista,
se
encarga
más
de
las
labores
propias
de
un
managing
partner.
Sr. Jiménez Blanco,
¿dónde
está
la
clave
para
que
los
rankings
coloquen
a su
firma
como
una
de
las
más
productivas
del
momento?
Creo
que
la
firma
ha
enfocado
muy
bien
su
estrategia
a
nivel
global
y en
países
como
España
no
ha
entrado
en
la
guerra
de
precios.
Siempre
nos
hemos
movido
en
segmentos
interesantes
como
la
compra
de
carteras,
energía
o
infraestructuras
donde
fuimos
los
primeros
en
impulsar
determinadas
operaciones
financieras.
Trabajar
bien
y
ser
capaz
de
encontrar
nichos
de
mercados
poco
copados
es
lo
que
ha
hecho
que
el
desarrollo
de
la
firma
se
haya
mantenido
en
estos
años
pese
a la
dura
crisis
económica
que
hemos
vivido
y de
la
que
parece
nos
vamos
alejando.
Además
de
las
cifras
macroeconómicas
se
nota
en
la
calle
que
hay
cierta
alegría
con
respecto
a
los
dos
últimos
años.
¿Cómo ha afectado
la
crisis
a un
despacho
como
Ashurst
realmente?
Pudimos
preverla
con
antelación.
Creo
que
en
la
firma
nos
dimos
cuenta
que
se
avecinaba
una
crisis
descomunal
como
así
ha
sido.
Nuestro
despacho
no
ha
tenido
nunca
miedo
a
nada
y ha
asumido
determinados
temas
por
muy
novedosos
que
fueran.
En
estos
años
hemos
logrado
crecer
y
ajustar
costes.
En
estos
momentos
Madrid
es
la
oficina
más
rentable
de
Ashurst
y su
red
de
despachos.
Si
este
año
hemos
crecido
sobre
el 6
por
cien
en
facturación,
el
pasado
año
fue
un
20.
Nuestros
profesionales
se
han
comprometido
mucho
con
el
proyecto
y
somos
una
firma
con
poca
rotación
en
estos
momentos.
A
nivel
global
se
valora
mucho
el
trabajo
que
hacemos
desde
Madrid.
¿Qué sectores de
la
economía
demandan
ahora
más
servicios
jurídicos?
La
actividad
de
los
fondos
de
inversión
en
estos
últimos
años
ha
sido
notable.
Ya
no
es
tanto
a
derribo
como
hace
años
como
buscando
ahora
oportunidades
de
adquisición
de
activos.
Lo
hemos
visto
con
operaciones
como
la
venta
del
Hotel
Ritz
y
otras
similares
en
estos
últimos
meses.
Otra
área
de
actividad
emergente
es
la
energía
que
se
ha
desarrollado
mucho
al
igual
que
las
refinanciaciones
de
empresas
como
antes
le
comentaba.
En
todas
estas
actividades
está
el
concepto
de
empowerment
que
fomenta
Ashurst.
Los
socios
se
posicionan
en
determinados
sectores,
como
es
mi
caso
en
el
mundo
del
arbitraje.
Ahora
nuestra
oficina
de
Madrid
tiene
más
arbitrajes
que
cualquier
otra
oficina
del
despacho.
Desde este despacho
en
el
que
estamos,
¿cómo
se
vislumbra
la
actividad
de
las
grandes
firmas
españolas
de
la
abogacía
de
los
negocios?
Nadie
oculta
que
Uría
&
Ménendez,
Cuatrecasas
Gonçalves
Pereira
y
Garrigues
son
despachos
de
primera
fila.
Ahora
es
muy
interesante
ver
su
expansión
en
Latinoamérica,
como
mercado
natural
de
estos
despachos.
En
este
momento
como
hemos
visto
están
modificando
todos
su
estrategia
para
ser
más
competitivos
en
el
continente
latinoamericano.
Este
es
un
mercado
muy
especial
y no
es
sencillo
posicionarse.
Para
las
firmas
anglosajonas
su
desarrollo
es
mas
en
Europa
o en
la
zona
de
Asia
y
Pacifico.
Esta
estrategia
explica
la
fusión
de
muchos
de
nuestros
bufetes
con
firmas
australianas
para
ganar
peso
en
esa
zona
de
influencia.
El
crecimiento
es
más
plano
ahora
en
Europa
mientras
que
en
Asia,
sobre
todo
desde
Oriente
Medio
hay
más
posibilidades
de
negocio.
Da la sensación
que
el
modelo
best
friend,
sobre
todo
para
estos
grandes
despachos
no
es
el
más
adecuado
para
su
expansión
internacional.
Cada
despacho
tiene
una
forma
de
ver
su
estrategia
de
internacionalización.
En
el
caso
de
Ashurst
preferimos
el
crear
nuestra
propia
oficina
en
aquel
país
donde
veamos
que
pueda
haber
negocio.
Al
final
para
responder
a
tus
clientes
en
cualquier
parte
del
mundo
debes
tener
a
los
mejores
abogados
en
esa
sede.
Después de esos
casi
quince
años
en
España,
¿el
despacho
se
encuentra
en
el
lugar
que
le
corresponde?
Creo
que
si,
que
estamos
en
el
lugar
que
nos
corresponde
dentro
de
la
abogacía
de
los
negocios.
Nuestros
clientes
nos
ven
como
un
despacho
de
primera
fila
y
valoran
mucho
nuestro
asesoramiento
legal
que
hacemos.
La
oficina
de
Madrid
tiene
un
peso
específico
muy
notable
como
antes
le
he
comentado
dentro
de
la
red
de
despachos
de
nuestro
bufete.
¿Era necesario
el
cambio
directivo
en
Ashurst
España
que
ha
generado
una
bicefalia
a
nivel
de
su
dirección
general?
Totalmente,
nuestra
oficina
iba
alcanzando
un
volumen
importante
tanto
a
nivel
de
profesionales
y
facturación.
De
ahí
que
repartir
los
roles
de
managing
partner,
más
en
la
gestión
interna
de
la
empresa.
Un
trabajo
muy
sacrificado
del
que
doy
fe
porque
fue
mi
cometido
entre
el
2007
y el
2012.
Esta
reestructuración
de
la
dirección
ya
es
algo
normal
en
muchos
bufetes
donde
se
pretende
separar
ambas
funciones
de
senior
partner
y
managing
partner.
El
senior
partner
tiene
unas
funciones
más
representativas
del
despacho
con
terceros
muy
importantes
en
un
mundo
como
el
que
vivimos.
En estos cargos
de
tanta
responsabilidad,
¿se
puede
mantener
el
trato
con
los
clientes?
Es
fundamental
hacerlo,
sin
lugar
a
dudas
aunque
no
siempre
se
consigue.
El
problema
de
la
gestión
del
despacho
si
te
aislas
es
que
es
complicado
retomar
el
gusto
por
el
ejercicio
de
la
profesión
y no
siempre
es
sencillo
lograrlo.
Creo
que
el
managing
partner
no
debe
alejarse
de
los
clientes
y su
trabajo
debe
ser
temporal
y
tener
un
carácter
rotatorio.
Sobre el arbitraje,
actividad
que
usted
conoce
muy
bien:
¿Cómo
ve
el
conflicto
existente
tras
los
últimos
laudos
anulados
por
el
TSJ
de
Madrid?
Hablamos
de
un
tema
puntual,
muy
condicionado
por
el
entorno
que
vivimos.
Tenga
en
cuenta
que
hay
una
alarma
social
sobre
los
temas
financieros
de
manera
importante.
Y
ante
esta
tesitura
los
jueces
son
muy
proclives
a
analizar
ciertos
asuntos
en
profundidad.
Creo
que
en
este
entorno
los
jueces
se
han
extralimitado
en
sus
funciones
y
dado
a
los
consumidores
mayor
protección
han
llegado
a
anular
esos
laudos.
El
fenómeno
es
pasajero
y la
tormenta
que
cuestiona
la
viabilidad
de
arbitrajes
en
Madrid
pasará,
sin
duda.
Otro tema relacionado
con
el
arbitraje
de
fondo,
es
el
tratado
entre
la
UE y
EEUU
en
materias
de
inversión.
¿Cree
que
llegarán
a un
acuerdo
sobre
el
modelo
de
arbitraje
a
seguir?
Creo
que
ambas
partes
están
condenadas
a
entenderse.
El
acuerdo
sobre
el
modelo
de
arbitraje
creo
que
va a
ser
más
abierto
del
que
se
piensa.
Lo
razonable
sería
que
Europa
y
EEUU
se
entendieran
en
ese
marco
más
amplio
y se
apoyasen
en
las
diferentes
cortes
existentes:
Paris,
Londres,
Estocolmo
o
incluso
Madrid.
No
hace
falta
un
CIADI
europeo.
Es
posible
que
la
UE
no
esté
tanto
por
la
labor
de
fomentar
el
arbitraje
pero
creo
que
la
mediación,
por
su
falta
de
cultura
tiene
menos
posibilidades
de
cuajar
en
su
entorno.
A
nivel
general
preferimos
que
un
juez
resuelva
un
litigio
en
lugar
de
un
mediador.
Tengo
una
fe
relativa
en
que
la
mediación
pueda
cuajar
en
nuestro
país
pese
a
que
existen
ya
en
muchos
contratos
las
cláusulas
escalonadas
medarb.
¿Qué esperan de
este
año
que
ahora
se
reactiva
tras
el
parón
estival?
Como
cualquier
otra
empresa
anglosajona
nuestro
ejercicio
económico
empieza
en
mayo.
Eso
significa
que
estamos
en
la
primera
fase
del
año
y
las
previsiones
son
buenas.
Estamos
contentos
con
el
nivel
de
facturación
logrado
y
también
con
el
cobro,
porque
en
años
de
crisis
las
empresas
se
retrasan
un
poco
más
en
los
pagos.
En
nuestro
caso,
hablamos
de
temas
puntuales
no
tenemos
problemas
generalizados
de
solvencia
por
el
carácter
de
nuestros
clientes.
Sí
ha
cambiado
la
forma
de
gestionar
nuestros
honorarios
más
por
presupuestos
cerrados
que
es
lo
que
nos
piden
nuestros
clientes.
A
nivel
de
expansión
seguiremos
creciendo
en
Asia-Pacífico
y
Oriente
Medio
tras
la
operación
de
fusión
que
hicimos
con
Blake
Dawson
hace
unos
años.
En
Latinoamérica
queda
mucho
por
hacer
a
nivel
también
de
posicionamiento.
El
personaje
Reconoce
que
este
verano
lo
ha
empleado
en
parte
en
conocer
mejor
la
tecnología.
Siguiendo
casi
una
disciplina
anglosajona
las
dos
primeras
hora
de
la
mañana
las
dedica
a
actualizar
su
página
web
de
arbitraje
y a
conocer
otras
publicaciones
digitales.
Luego
viene
el
ejercicio
físico
antes
de
llegar
a la
oficina
madrileña
sobre
las
nueve
de
la
mañana.
También
confiesa
que
la
tecnología
es
más
friendly
que
otra
cosa
con
el
usuario.
“No
hace
falta
tener
idea
de
desarrollo
para
montar
tu
web.
Gracias
a
Google
manejas
información
que
te
ayuda
a
ponerla
en
marcha.
De
hecho
ahora
estoy
con
el
app
para
mi
web,
herramienta
que
ya
va
muy
adelantada,
a la
que
dedico
dos
horas
cuando
llego
a
casa
por
la
noche.”
En
una
pequeña
Tablet
muestra
con
orgullo
lo
conseguido
esta
época
estival,
su
web
http://www.gonzalojimenezblanco.com/
que
ya
se
convertido
en
un
lugar
de
referencia
a
nivel
global
para
todos
los
expertos
en
arbitraje.
Una
página
que
ayuda
a
cualquier
estudioso
del
arbitraje
a
conocer
el
sector,
instituciones
arbitrales
y
artículos
de
interés.
“Tengo
muchas
visitas
de
profesionales
que
viven
en
China,
EEUU
e
Islandia”,
añade
con
orgullo.
Abogado
del
Estado
en
excedencia,
asesor
jurídico
en
British
Telecóm
y el
ICO
antes
de
su
llegada
a
Ashurst,
Gonzalo
Jiménez
Blanco
advierte
que
a
una
ciudad
como
Madrid
aún
le
queda
para
posicionarse
en
el
mundo
el
arbitraje
pese
al
trabajo
de
cortes
como
CIMA
o la
Corte
Española
de
Arbitraje.
“Madrid
podría
convertirse
a
nivel
de
arbitraje
en
el
Miami
de
Europa
por
el
potencial
que
tiene
pero
aún
no
se
ha
logrado”. |
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