“Es
un
honor,
presentar
en
presencia
de
vuestra
Majestad,
la
Memoria
de
la
actividad
desplegada
por
el
Ministerio
Fiscal
en
el
año
2014”.
Con
estas
palabras
ha
iniciado
la
Fiscal
General
del
Estado,
Consuelo
Madrigal,
la
presentación
de
la
Memoria
de
la
Fiscalía
en
el
solemne
acto
de
Apertura
del
Año
Judicial,
ante
el
Rey
Felipe
VI,
el
presidente
del
Consejo
General
del
Poder
Judicial
y
Tribunal
Supremo,
Carlos
Lesmes,
y el
ministro
de
Justicia,
Rafael
Catalá.
En
su
intervención
la
nueva
FGE,
que
asumió
el
cargo
en
diciembre
tras
la
dimisión
de
Eduardo
Torres-Dulce,
pasó
revista
al a
situación
de
la
fiscalía
y al
trabajo
que
está
realizando
el
Ministerio
Público
en
su
lucha
contra
el
crimen
organizado.
Desde
su
punto
de
vista
esta
Memoria
es
un
ejercicio
de
“claridad
analítica
en
la
dación
de
cuentas,
que
año
tras
año
realiza
el
Ministerio
Fiscal",
y
que
supone
“la
expresión
del
esfuerzo
colectivo
y
concertado
de
todos
sus
miembros
frente
a
los
órganos
jurisdiccionales
ante
los
que
actúan”.
Madrigal
pidió
a
los
partidos
políticos
que
dejen
a la
Fiscalía
fuera
de
la
contienda
política
porque
la
labor
de
esta
institución
es
la
de
salvaguardar
los
derechos
de
los
ciudadanos
por
encima
de
todo.
Madrigal,
como
profesional
práctica
y
que
tiene
las
ideas
claras,
prefirió
no
aburrir
a
los
ilustres
asistentes
con
los
datos
de
la
Memoria
de
la
Fiscalía,
que
se
encuentran
en
la
web
de
esta
institución,
para
ir
al
meollo
del
a
cuestión.
“Necesitamos
más
medios
y
recursos
humanos
para
luchar
contra
el
crimen
organizado
y,
pese
a
ello,
los
fiscales
de
la
Audiencia
Nacional
y
Anticorrupción
están
trabajando
en
temas
complejos
con
instrucciones
muy
avanzadas”,
recordó.
De
hecho
señaló
el
carácter
transnacional
del
trabajo
con
las
cerca
de
2500
comisiones
rogatorias
que
se
habían
puesto
en
marcha
en
el
último
año
de
cara
a
luchar
contra
ciertos
asuntos
internacionales.
Al
mismo
tiempo
la
FGE
quiso
destacar
como
desde
la
“Carta
de
Roma”,
un
documento
aprobado
por
el
Consejo
Consultivo
de
Fiscales
Europeos,
se
reconoce
la
importancia
del
papel
del
Ministerio
Público
en
otros
órdenes
jurisdiccionales.
La
Carta
es
un
documento
que
marca
las
directrices
sobre
lo
que
debe
ser
el
Ministerio
Fiscal
en
un
Estado
de
Derecho,
subraya
el
papel
que
los
Ministerios
Públicos
deben
desempeñar
en
defensa
de
la
sociedad,
y
enfatiza
su
misión
en
ámbitos
distintos
al
penal
siempre
en
defensa
de
la
legalidad,
del
interés
general
y de
los
derechos
fundamentales.
En
este
sentido
la
Fiscal
General
matizó
como
‘precisamente’
es
fuera
del
ámbito
penal,
donde
se
percibe
de
una
manera
más
nítida
e
inmediata
que
el
Fiscal
es
defensor
de
la
sociedad
y
los
derechos
de
los
ciudadanos:
“Cuando
el
Legislador
quiere
intensificar
la
protección
jurídica
de
los
colectivos
más
desfavorecidos
acude
al
Ministerio
Público
como
institución
más
idónea
y
capacitada”..
A su
juicio,
las
nuevas
competencias
están
generando
un
Fiscal
dinámico,
en
contacto
con
la
realidad
y en
estrecha
colaboración
con
los
servicios
sociales
que
dependen
de
las
diversas
Administraciones
Públicas.
Un
claro
ejemplo
de
ello
se
manifiesta
en
ámbito
civil,
donde
la
Institución
Pública
afronta
el
doble
reto
de
mantener
sus
funciones
en
las
tradicionales
áreas
de
familia,
menores
y
personas
con
discapacidad,
y
consolidar
el
protagonismo
recientemente
adquirido
en
la
protección
de
consumidores
y
usuarios.
Consuelo
Madrigal
aprovechó
el
desarrollo
de
este
punto
para
reseñar
que
la
Institución
que
dirige
debe
cumplir
“con
el
nivel
técnico,
la
profundidad
y
rigor
que
la
sociedad
y la
ley
exigen,
con
la
autonomía
que
impone
nuestra
Constitución
y
que
también
recuerda
el
Consejo
de
Europa”
en
la
citada
Carta
de
Roma.
“El
Gobierno
y
las
Administraciones
con
competencias
delegadas
en
materia
de
Justicia,
deben
tener
claro
que
invertir
en
el
Ministerio
Fiscal
es
profundizar
en
la
construcción
del
Estado
social
y
democrático”,
concretó.
Desde
el
Ministerio
Público
se
subrayó
las
presiones
que
estaban
recibiendo
los
fiscales
y el
hostigamiento
que
se
veía
por
determinadas
críticas
partidistas
determinadas.
A
este
respecto
recordó
que
los
fiscales
son
los
garantes
de
la
legalidad
y
defensores
de
la
ley
y
que
no
deben
verse
involucrados
como
arma
arrojadiza
política.
A
este
respecto
destacó
que
se
está
acabando
de
diseñar
un
Código
Ético
para
este
colectivo
de
cara
a
que
estos
profesionales
lleguen
a la
excelencia
en
su
labor.
Sobre
la
llamada
justicia
digital
sin
papeles
recordó
que
en
Valladolid
ya
se
está
llevando
una
experiencia
piloto
de
oficina
fiscal
sin
papeles.
“Esperamos
que
el
expediente
electrónico
sea
una
realidad”,
señaló.
Papel
de
fiscal
como
investigador
Como
no
podía
ser
de
otro
modo,
la
función
investigadora
del
Fiscal,
fue
el
siguiente
punto
destacado
en
el
discurso
de
la
Apertura
del
Año
Judicial
2015.
La
máxima
representante
del
Ministerio
Fiscal
expresó
con
rotundidad
cómo
el
modelo
procesal
basado
en
investigaciones
policiales
más
o
menos
dirigidas
por
el
Juez
Instructor,
con
intervención
puntual
y
reactiva
del
Fiscal,
ha
sido
abandonado
en
América
y en
Europa,
con
excepción
de
dos
países,
y se
revela
inoperante
también
en
nuestro
país.
“Los
asuntos
complejos
demandan
un
perfil
de
Fiscal
proactivo”,
concretó
Madrigal,
“que
aunque
no
tenga
atribuida
la
instrucción,
cuente
con
herramientas
y
equipos
necesarios
para
desplegar
su
estrategia
procesal
y
gestionar
con
mayor
calidad
el
proceso”.
Con
todo,
la
Fiscal
General
del
Estado,
manifestó
que
las
Fiscalías
Antidroga,
Anticorrupción
y la
de
la
Audiencia
Nacional
no
sólo
están
ya
en
perfectas
condiciones
para
asumir
la
dirección
de
la
instrucción,
con
los
trasvases
pertinentes
de
oficina
e
infraestructura.
y
añadió,
"de
facto,
han
asumido
y
ejercen
ya
un
protagonismo
indiscutible
en
la
investigación”. |