“Cada uno de
nosotros sólo será justo en la medida en que haga lo que le corresponde”
Sócrates.
Está en boca de todos la propuesta de Ciudadanos de eliminar el Consejo
General del Poder Judicial (CGPJ), o inclusive la de Podemos que propone
que los Jueces y Magistrados progresen en la carrea judicial según votación de
los ciudadanos, como si nuestra judicatura y nuestro sistema se parecieran a
otras democracias con modelos judiciales diferentes. La cuestión no debería
ser eliminar, reformar o dejar el actual CGPJ, sino con qué modelo vamos a tener
una mejor Justicia: una Justicia más eficiente y de calidad, una Justicia
blindada de las injerencias políticas y que realmente sea un pilar del Estado de
Derecho, una Justicia que sea contrapeso real y equilibrio a un poder político
que lo puede con todo.
Lo que es una verdad irrefutable, es que el actual sistema de elección de los
vocales del CGPJ es una vergüenza se mire cómo se mire. Es decir, que el
poder político escoja a los veinte miembros que forman este órgano, desvirtúa
la división de poderes y permite entrometerse al poder político dentro de todo
el sistema judicial. El problema actual, no es un problema de la
Constitución como algunos se cansan de decir, es un problema de voluntad
política, ya que nuestra Constitución en su artículo 122.3 CE recoge que,
«doce de los veinte vocales serán escogidos por Jueces y Magistrados, a través
de una Ley Orgánica que lo regule, y los ocho restantes, cuatro por el Senado y
cuatro por el Congreso».
Por lo tanto, decir que la politización de la Justicia es un problema de la
Constitución sería una excusa falta de consistencia, amén de un debate que
se solucionaría simplemente cumpliendo el espíritu de la Constitución.
Sin embargo, iniciado el debate, es necesario analizar el por qué y para qué del
CGPJ, antes de decidir si lo eliminamos, reformamos o dejamos el sistema cómo
está. El CGPJ es un éxito de nuestra democracia si fuera un órgano
independiente del poder político. Y sería un éxito puesto que, ¿Quién mejor
que la propia judicatura para tutelar sus progresiones, ascensos, sanciones, o
destinos? Y esto es lo que mayormente desarrolla el actual CGPJ. ¿Qué ocurre
si eliminamos este órgano? Pues que todas estas decisiones las terminaría
desempeñando un Ministerio como el de Justicia cuya cúspide no es la judicatura
sino el poder ejecutivo. Manipular a la judicatura por parte del poder
político, económico o social, si ésta no tiene un cuerpo gremial al que acudir
será sumamente fácil. ¿Nos imaginamos un Juez de un caso delicado, sin medios,
sin vacaciones, y con un Ministerio de Justicia que tutele si está cumpliendo o
no la normativa interna? O diferente, ¿Nos imaginamos que el poder político
desee perturbar a un Juez de su plaza lo fácil que esto será si esta decisión es
tutelada por un Ministerio? La justicia tiene que estar blindada de la mejor
manera posible, y esto no parece que vaya a llegar a través de eliminar el CGPJ
y nombrar un Presidente, con dos adjuntos.
Por otro lado, Ciudadanos plantea que las funciones del CGPJ sean
desarrolladas por el Presidente del Tribunal Supremo, elegido por las Cortes,
por lo tanto, la injerencia política no dejará nunca de estar encima de la
judicatura y peor aún, ¿quién será el último responsable para decidir los
ascensos o destinos dentro de la carrera judicial? Un Juez, elegido por el poder
político. Sin embargo, si se reformase el actual CGPJ, y se volviera a tener
un órgano colegiado, en el que las decisiones
fueran sometidas a debate entre sus miembros, evitaríamos o reduciríamos
las posibles injerencias políticas. Dado que éstas se diluyen y son controladas
por la mayoría, a diferencia de si recayeran sólo sobre un Juez.
¿Tendremos un
sistema judicial más eficiente si suprimimos el CGPJ?, no.
Tendremos un sistema más endeble, más vulnerable e inclusive más politizado. Los
Colegios profesionales, cómo son los de los abogados, suponen un contrapeso al
poder público, de la misma manera que lo es un CGPJ, independiente, eficiente y
eficaz. De ahí, que a nuestros legisladores les dé tanto temor o les tiemble la
mano al fortalecer nuestro tercer pilar, el de la Justicia.
España tendría
una mejor Justicia, si nuestros jueces, estuvieran regulados en parte por ellos
mismos,
en parte por el control de la soberanía popular cómo recoge el art. 122.3. Y
tendríamos una mejor Justicia dado que nuestros Jueces elegirían en formato de
asamblea a sus doce jueces a través de unas elecciones, un Juez un voto, y
los Jueces o Magistrados con mayor número de votos debería formar parte del
órgano colegiado. Porque en derecho las formas y el fondo importan.
Importa que
nuestra judicatura tenga un cuerpo independiente al poder político que le
permita auto organizarse, y esto sólo es desde un CGPJ. Importa que su cúpula
sea escogida como reza la Constitución, por lo que la solución no es eliminar al
enfermo, sino curarle de su enfermedad.
“La probabilidad de perder en la lucha no debe disuadirnos de apoyar una
causa que creemos que es justa.” Abraham Lincoln. |