Hoy, 21 de enero, Día Europeo de la Mediación, se celebra en toda España actos y
jornadas en los Colegios de Abogados, Colegios de Psicólogos, Colegios de
Diplomados de Trabajo Social, Colegios de Arquitectos, Ingenieros y en
diferentes Tribunales Superiores y en el Ministerio de Justicia. No cabe duda
que la mediación se moviliza para abrirse un hueco en la conciencia de los
ciudadanos que siguen acudiendo a los juzgados al desconocer las ventajas de una
mediación.
Los datos de mediaciones que se hacen públicas como los del centro de mediación
del Centro de Mediación del ICAB
que tramitó en 2015 cerca de 1.000 mediaciones con un 70% dedicado a la
mediación familiar, una tendencia que también nos subrayan las estadísticas del
CGPJ en su informe sobre la mediación en 2014 (último año disponible), nos
indican que hay un largo camino por recorrer.
Según el CGPJ en 2014 se había derivado 6.101 (5116 en 2013) asuntos a la
mediación familiar pero sólo un 22,6% de los asuntos terminaron en mediación.
Datos ciertamente desalentadores. Sin embargo sigue creciendo el número de
asuntos derivados por los juzgados.
Hay muchas iniciativas como la del Instituciones para la Difusión de la
Mediación (IDM) que hoy celebra un congreso para su difusión en el Auditorio del
Colegio Oficial de Médicos de Madrid. Sin embargo parece que el impacto en la
ciudadanía sigue siendo insuficiente.
Quizás exista demasiada competencia entre diferentes grupos profesionales en
ciertos entornos de mediación, donde pueden competir abogados y psicólogos por
la mediación familiar, o arquitectos e ingenieros en la mediación civil. La
figura del mediador requiere de un respaldo institucional que brinden muchas
asociaciones en una gran labor, pero tampoco consigue establecer el “sello” y el
“valor” del mediador en la sociedad.
Una encuesta rápida lanzada por Lawyerpress a través de su cuenta de Twitter nos
lo ilustra con gran contundencia. Más del 90% de los participantes cree que los
ciudadanos no tienen suficiente información sobre la mediación. Lejos de querer
desanimar, estas cifras nos deben servir como punto de salida para incrementar
presupuestos y esfuerzos para la promoción de la mediación.
Hay mucho que
hacer. Muchos mediadores con ganas de trabajar. ¡Pongámosles todos juntos en su
merecido sitio en la sociedad española!