El Presidente del CERMI, Luis Cayo Pérez Bueno, ha entregado a Raquel Cárcamo, miembro de la Junta Directiva de la entidad, el premio Cermi.es 2015 en la categoría de Acción Cultural Inclusiva por el proyecto “Léelo Fácil”.

Este proyecto ha sido desarrollado por Plena inclusión España durante los años 2014 y el año 2015, con la colaboración del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Su principal objetivo es promover el acceso a la lectura a los colectivos con dificultad de comprensión.

Luis Cayo, presidente del CERMI, ha hecho entrega a Plena inclusión del Premio Cermi.es 2015 en su categoría de “Acción Cultural Inclusiva”, por su proyecto “Léelo Fácil”.

En Plena inclusión entendemos que la lectura es el acceso más básico a la cultura en general y a la cultura española en particular. Con este fin, desde hace varios años desarrollamos el proyecto “Léelo Facil”, que pretende fomentar el hábito de lectura en personas con dificultad de comprensión,  lo que supone una alternativa de ocio y generar inclusión en los procesos educativos formales o no formales, a través de la promoción del hábito lector y de la facilitación de la comprensión lectora.

En el acto de entrega del Premio, además han estado presenten socios colaboradores de “Léelo fácil” como la Cooperativa Altavoz, representada por Óscar Pueyo, DiloFácil, por Óscar García, la empresa Oneclick (que ha realizado la parte técnica del proyecto), y la Asociación madrileña de Lectura Fácil, con la presencia de María Peralta.

El presidente del CERMI, ha señalado que están muy complacidos de entregar este premio “a un proyecto muy innovador que genera cambio social y que conecta con una dimensión al que quizás el movimiento asociativo no había trabajado suficientemente, como es el ámbito de la cultura y de la inclusión cultural”. Además, ha añadido “hemos atendido históricamente a las necesidades que considerábamos más básicas, como lo que tenía que ver con el empleo, con la educación, con la atención sanitaria o con la protección social. Siempre hemos considerado el acceso a la cultura como un bien más sofisticado, de segunda o tercera generación. Creo que es el momento de demostrar y asumir que la dimensión cultural es esencial para la realización personal, también, por supuesto, de las personas con discapacidad”.

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