Los
accionistas de Bankia que adquirieron acciones en su salida a Bolsa pueden,
desde ayer, 18 de febrero de 2016, acudir a las sucursales y solicitar a
través de un formulario la devolución de la cantidad invertida.
La
entidad ofrece sumarle el 1% de interés anual a lo invertido por los clientes,
incluso si tienen en curso un procedimiento judicial contra la entidad, del cual
el accionista, en su caso, tendría que desistir.
Sin
embargo, lo que la entidad no explica es que este acuerdo es perjudicial para
los afectados por la comercialización de acciones en la OPV por dos motivos:
- El
interés que ofrece el banco es del 1 % anual frente al interés legal (que se
acerca al 4%, también anual) que es al que el accionista tiene derecho por la
vía judicial. Esto supone una significativa minoración en la cantidad que
podrían recuperar.
- En los
procedimientos judiciales, sobre todo tras las Sentencias del Tribunal Supremo,
las costas las abona el banco, mientras que en los casos en los que se haya
iniciado el procedimiento y se desista por llegar al acuerdo, será el cliente
quien tenga que abonar los gastos de abogado y procurador, lo que implica otra
pérdida para el accionista.
A pesar
de lo que Bankia quiera hacer creer a la opinión pública a través de sus
comunicados, la realidad de estos acuerdos no supone otra cosa para los
accionistas que la minoración de unos intereses que son tan suyos como la
propia cantidad invertida inicialmente, y por otro lado que los clientes con
procedimientos judiciales iniciados tengan que hacer frente al pago de los
honorarios de abogado y procurador, que por vía judicial, soportaría Bankia,
resumiéndose todo lo anterior en una doble pérdida para el accionista.
Si nos
situamos en un caso tipo para ejemplificar la situación, en una inversión de
10.000 euros, por vía judicial se recuperaría la inversión inicial más unos
intereses aproximados de 1.800 euros y las costas judiciales las abonaría el
banco, por lo que el cliente no tendría que hacer frente a ningún gasto.
En caso
de acuerdo, el accionista recuperaría los 10.000 euros invertidos pero sólo 500
euros de intereses y en caso de que haya iniciado el procedimiento deberá hacer
frente a unas costas cercanas a los 3.000 euros.
Esto
supone, en este supuesto, que la cantidad que realmente recuperaría el afectado
sería de 7.500 euros frente a los 11.800 euros que podría percibir por la vía
judicial.
La diferencia entre ambas cantidades es el beneficio que obtiene Bankia, ya que,
una vez más, hace pagar a sus clientes las consecuencias por la mala
comercialización de sus productos.