Las quejas por publicidad bancaria se elevaron un 32% en el
2015, según el informe del Banco de España.
Fueron 196 las personas o entidades que reclamaron de la autoridad supervisora
el cese o la rectificación de los anuncios comerciales de los bancos.
“El incremento tan sustancial da cuenta de la
hiperagresividad de las entidades que buscan la rentabilidad no por la
actividad y la eficiencia en el cálculo actuarial del riesgo sino en una
publicidad que provoca rechazo social y quejas ante la autoridad”, señala Juan
Ignacio Navas, socio-director de Navas & Cusí, despacho especializado en derecho
bancario, financiero y comunitario.
En el ámbito de la idoneidad de altos cargos en el
2015 se abrieron 437 expedientes, 266 a entidades de crédito, 88 a
establecimientos financieros de crédito, 45 a entidades de pago, 178 a entidades
de dinero electrónico, 14 a sociedades de tasación y 4 a establecimientos de
cambios de moneda.
“Este control es fundamental. La honorabilidad es un
requisito básico para el ejercicio de la actividad bancaria. Pero también la
profesionalidad. Las entidades deben vigilar mejor sus mecanismos de entrada y
depurar comportamientos no éticos o faltos de profesionalidad”, explica
Navas.
Según informa el Banco de España, el 2015 fue el primer
ejercicio completo en el que la supervisión de conducta fue realizada por el
Departamento de Conducta de Mercado y Reclamaciones con independencia funcional
y orgánica de la supervisión prudencial.
El informe anual del Banco de España señala que la
supervisión de conducta se focalizó en el 2015 el ámbito hipotecario.
Hubo 8 inspecciones ‘in situ’ para controlar la previsión de contratación y la
aplicación de las llamadas ¡cláusulas suelo’. Además, se practicaron 2
inspecciones ‘in situ’ para la aplicación de las medidas de protección de los
deudores sin recursos contempladas en el RDL 6/2012. El trabajo se completó
con 3 supervisiones a compañías de créditos al consumo, 63 actuaciones y una
supervisión completa de los 226 servicios de atención al cliente.
El resultado de todo este trabajo son 7 escritos de
requerimiento, 27 recomendaciones y observaciones y 1 propuesta de incoación de
expediente sancionador.
En total, en el 2015 se incoaron 4 expedientes
sancionadores. Dos contra entidades de pago y sus respectivos consejos de
administración por incumplimiento de la gestión contable, insuficiencia de
sus recursos propios e incumplimiento de sus obligaciones de salvaguarda de
los fondos de los clientes.
También se abrió expediente a una SL y su administrador
único por usar el término “bank” sin tener ficha bancaria. Por último, se abrió
un expediente sancionador contra un establecimiento financiero por su deficiente
información precontractual.
“El Banco de España actúa como policía bancaria y está
bien: persigue y sanciona a los elementos indeseables que pervierten el
mercado entre los excesos y las demandas de liquidez con las debidas
garantías”, explica Navas.
Además, se finalizaron 7 expedientes del 2014 que
terminaron en sanción. Tres a entidades de pago que incurrieron en
irregularidades de la normativa del sector. Se sancionó a las entidades y a sus
cargos administrativos. Además, se sancionó a una sociedad de garantía recíproca
por mantener durante más de 6 meses menos del 80% del capital mínimo
reglamentario. De los 48 cargos directivos, se sancionó a 37.
También se multó a una cooperativa de crédito por
incumplimientos de su obligación de transparencia y protección del cliente. Y
por último, se sancionó a dos entidades y a dos administradores de una de ellas
por realizar actividades reservadas a entidades supervisadas.
Por último, uno de los expedientes del 2014 abierto contra
una cooperativa de crédito ha quedado suspendido por encontrarse en el ámbito
penal.
“Toda esta actividad del Banco de España revela la eficacia
de la ‘policía bancaria’, pero también la necesidad de que las propias
entidades tomen conciencia de la urgencia de un comportamiento ético en el
mercado”, apunta el socio-director de navascusi.com.
El Banco de España revela en su informe que en el 2015
atendió 2.190 peticiones de información y colaboración de juzgados y
tribunales, la mayoría de jueces penales y fiscales “respecto a conductas
presuntamente delictivas”, señala el informe.
Además, la autoridades supervisora ha emprendido 113
denuncias por actividades de entidades supervisadas o por eventual utilización
de denominación o por ejercicio de actividades reservadas a entidades de
crédito.
“El incremento en la actividad judicial del Banco de España
responde a una mayor litigiosidad general en el sistema financiero.
Afortunadamente, el control judicial logra el restablecimiento de la justicia”,
señala el socio-director de Navas & Cusí
Por último, las reclamaciones del 2015 ascienden a
20.262, muchas más de las cerca de 5.000 existentes antes de que estallara
la crisis. A las reclamaciones hay que sumar las 38.804 consultas recibidas en
el 2015, 3.237 a través del teléfono y 35.567 por internet. “El consumidor
bancario es cada vez más consciente de sus derechos y los hace valer. Un
síntoma de la madurez de nuestra sociedad”, concluye Navas.
