La firma internacional de servicios legales Osborne Clarke ha registrado en el ejercicio 2018-2019 una facturación global de 304 millones de euros, un 11% más que el período anterior, que fueron de 273 millones de euros.
Esta es la primera vez que la firma supera los 300 millones de euros a nivel global. Los ingresos no procedentes de Reino Unido suponen el 44% del total del ejercicio que se acaba de cerrar, en el que destaca el importante crecimiento experimentado por las oficinas que se encuentran en Europa y Asia.
Según Simon Beswick, consejero delegado de Osborne Clarke Internacional, “es magnífico que nuestro crecimiento nos haya llevado a superar la barrera de los 300 millones de euros. Lo hemos logrado ayudando a nuestros clientes a digitalizar sus negocios, con un entorno cada vez más regulado, en donde hemos generado mucho trabajo con transacciones, asesoramiento y en nuestra práctica procesal”.