Paz Martín – teletrabajo

Publicado el viernes, 20 marzo 2020

Paz Martín Legalthings

Teletrabajo, ese gran desconocido

Algunos llevamos practicando voluntariamente lo que ahora se ha convertido en obligatorio.

Trabajar desde casa (o desde cualquier sitio), es para mí un placer y tiene múltiples ventajas:

1.- Estás en un espacio en el que te sientes confortable, has decorado a tu gusto y lo asocias a la seguridad.

2.- No tienes desplazamientos innecesarios. Ahora además las reuniones son virtuales, por lo que el medioambiente nos lo agradecerá.

3.- Tienes menos gastos: desde los gastos de desplazamiento hasta el café que te tomas. Trabajar desde casa, es sin duda, mucho más barato.

No obstante, algunos consejos desde la experiencia:

1.- Tienes que tener un espacio dedicado exclusivamente a trabajar. Esto no es factible en todas las casas pero si te dedicas a esto, el despacho es sagrado. Pon a la vista cosas que te gusten y te motiven. Yo que vengo de una familia de artistas, estoy rodeada de los cuadros de mi padre.

2.- Inicia tu jornada como un día “normal”: sigue un patrón similar. Desayuno, ducha, te pones una ropa cómoda (aquí nos ahorramos las corbatas, los tacones y las chaquetas) pero distinta de la que habitualmente te pongas para estar en casa. Parece mentira pero sólo el “vestirse” le dota a la situación de la seriedad que merece. Yo no me maquillo en casa pero sí me pinto un poco los labios, me perfumo… Son pequeñas cosas que marcan la diferencia. Y por supuesto, cuando llega el fin de semana, hay que cortar.

3.- Cuando trabajas, trabajas. No vale ir a poner la lavadora, revolver las lentejas o aprovechar para otros quehaceres. Esto obliga a establecerse un horario, que siempre será mucho más flexible que en una oficina: tienes un horario de inicio, haces tus descansos, paras para la comida y sigues hasta la hora que te hayas marcado como final. Con la situación actual es fácil pasarse del horario y trabajar más horas. Debemos evitarlo: también hay que hacer ejercicio y otras cosas. En estos días de reclusión, la cosa cambia un poco si tienes niños en casa pero ellos también necesitan tener una disciplina de tareas.

4.- Los descansos son importantes. Los cafés en familia o virtuales con los colegas son ahora, imprescindibles. Hay que levantarse, caminar, estirar los músculos, mirar por la ventana… Estamos haciendo “quedadas” virtuales para vernos y charlar. Estar aislado no significa estar incomunicado. También es momento de comentar situaciones divertidas dentro de este contexto tan extraño.

5.- No escatimes en tecnología: es la salvación. Invierte en un buen ordenador, buenas herramientas de trabajo en la nube, una conexión a Internet que no falle, móvil, etc. También necesitas impresora que aunque cada vez usas menos, hay veces que necesitas “tocar” con lo que estás trabajando.

6.- Aprovecha los momentos de menos productividad para leer cosas nuevas, para ordenar expedientes, para echar un vistazo a las redes sociales. En estos momentos, todos estamos más o menos igual.

Disfrutemos las ventajas que tiene esta situación. Los abogados somos afortunados de poder trabajar desde casa. Muy pocos tienen actuaciones procesales extraordinarias en estos días. Los plazos están suspendidos, no hay vistas, los expedientes se han paralizado. El resto podemos reunirnos y charlar con los clientes en la distancia: también ellos agradecen unos minutos de conversación. Lo bueno de esto es que nos ha igualado a todos.

Y lo más importante: esta situación durará más o menos pero PASARÁ. Es el momento de tomarse un respiro en el mar de estrés, de prisas y de agobios del día a día y reflexionar sobre la vida que llevamos… Esta cuarentena nos demuestra que podemos hacer las cosas de una forma mucho más sencilla…

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