El Ministerio de Justicia ha hecho públicas las últimas condecoraciones de la Orden de San Raimundo de Peñafort, concedidas con motivo del Aniversario de la Constitución de 1978 y por motivos extraordinarios, a destacados profesionales jurídicos del ámbito nacional. En esta ocasión, el ministro ha resuelto la concesión de la Cruz Distinguida de 1ª Clase de la Orden de San Raimundo de Peñafort a dos notarios de la Comunitat: Ernesto Tarragón Albella (notario en activo de Castellón) y Alberto María Cordero Garrido (notario de Elche jubilado en 2019).
Ambos reciben este galardón al mérito jurídico, premiando sus servicios prestados como fedatarios públicos en el estudio y desarrollo del Derecho, al servicio de los ciudadanos durante más de 35 años. Esta distinción del Ministerio de Justicia fue creada por Real Decreto el 23 de enero de 1944 (festividad de San Raimundo, patrono de los juristas) para premiar los relevantes méritos contraídos por cuantos intervienen en la Administración de Justicia y recompensar los hechos distinguidos en el cultivo y aplicación del estudio del Derecho en todas sus ramas.
En esta ocasión, el Ministerio ha concedido a 26 profesionales del ámbito jurídico esta distinción que, debido a la situación sanitaria actual y como medida preventiva frente al Covid-19, el Ministerio enviará a cada premiado, no pudiéndose celebrar la tradicional entrega de galardones de la mano del ministro de Justicia, Juan Carlos Campo.
Ernesto Tarragón Albella es notario mediador de Castellón desde el año 2000. Ingresó en el Notariado en 1984, por la notaría de L’Ollería (Valencia), pasando a desarrollar su profesión en las localidades de Vecindario (Las Palmas), Alzira (Valencia) y Vitoria (Álava). El Ministerio le concede ahora esta distinción al mérito jurídico en atención a los méritos y circunstancias que concurren en su persona y, especialmente, por sus trabajos en favor del Notariado, a lo largo de más de veinte años sobre todo en el ámbito internacional. Y es que Tarragón, actual Consejero Honorario de la Unión Internacional del Notariado Latino (UINL) y Delegado para Asuntos Africanos del Consejo General del Notariado, ha sido vicepresidente para Europa de la UINL, defendiendo durante años el sistema jurídico y el notariado español por todo el mundo.
Alberto María Cordero Garrido fue notario a los 26 años. Tomó posesión en 1975 y su primer destino fue la localidad de Serós (Lleida), seguida de Tortosa (Tarragona), hasta llegar a la ciudad de Elche (Alicante) en 1983, que le convertiría en notario ilicitano durante 37 años, hasta su jubilación en octubre de 2019. Sin duda, Cordero es merecedor de esta condecoración por llevar toda una vida desarrollando con maestría y excelencia la profesión de Notario, siendo un ejemplo a seguir para todos los colegiados, por su dedicación, estudio, comportamiento y compañerismo.
Tras recibir la noticia del premio, ambos notarios han querido expresar su agradecimiento al Colegio Notarial de Valencia, al Consejo General del Notariado, a los notarios y registradores de la propiedad y mercantiles que han promovido y apoyado este reconocimiento, pero sobre todo a los ciudadanos que durante estos años han pasado por sus notarías buscando seguridad jurídica, compartiendo sus problemas y miedos, depositando en ellos su confianza.