Muchas de las personas que se enfrenten a un tipo de juicio en su vida lo harán con un procedimiento de juicio rápido. El juicio rápido se utiliza para aquellos delitos dentro del Derecho Penal cuya pena no supera los cinco o diez años de prisión, dependiendo del delito y sirve para enjuiciar con mayor agilidad determinados delitos.
Otra circunstancia que se tiene que dar es que los juicios rápidos se inician después de una actuación policial con un atestado policial. El delincuente debe haber sido detenido en flagrancia, puesto a disposición judicial o citado por la policía para comparecer ante un juzgado en calidad de denunciado.
Además, se tiene que tratar de un delito flagrante, es decir, un delito que se está ejecutando actualmente o en ese preciso instante; o que se trate de alguno de los siguientes delitos: alcoholemias, lesiones, coacciones, amenazas, violencia física o psíquica, hurto, robo, seguridad vial, daños, contra la salud pública, propiedad intelectual o industrial, resistencia a la autoridad, quebrantamiento de condenas o medidas cautelares, …
Las etapas del juicio rápido
El proceso, como ya se ha comentado, se inicia a partir de una acción de la policía y consiste en 4 etapas: apertura de diligencias mientras el delincuente está detenido o en libertad (dar a conocer el hecho al juzgado, practicar las pericias, recabar informes y citación de las partes ante el juzgado de guardia en un día y hora concreto); instrucción en el juzgado de guardia (medidas cautelares, sobreseimiento, admitir culpabilidad, llegar a acuerdos para reducción de penas); juicio oral (cuando no hay acuerdo previo); sentencia.
La importancia de los juicios rápidos
Es importante recalcar que los juicios rápidos no son menos importantes que los juicios tradicionales. Las consecuencias de los juicios rápidos son las mismas que otros juicios. Hay sentencia, hay condenas y para el condenado siempre constarán antecedentes penales.
Para los juicios rápidos siempre hay que ir acompañado por un abogado, mejor si es un abogado especialista en juicios rápidos. Es una figura imprescindible y todo detenido o denunciado tiene que asistir al juicio con su abogado. Es por ello que es vital ser ágil a la hora de contactar con tu abogado y que este te asesore desde el minuto uno para que el juicio rápido se desarrolle con toda normalidad y tenga un final favorable para el cliente. Es importante también que se elija un abogado experto en juicios rápidos, que sepa actuar ágilmente en estos casos donde todo el proceso puede durar horas o pocos días, y pueda luchar una reducción de la condena y llegar a un acuerdo con el ministerio fiscal.