Iván López Fernández es cofundador de IENE Abogados, una boutique especializada en Derecho de la Construcción, una especialidad que durante el boom inmobiliario experimentó un gran auge, pero se desvanecieron muchos despachos cuando estalló la burbuja.
Pregunta: ¿Qué le lleva a fundar IENE Abogados y a destacar el Derecho de la Construcción como uno de los pilares del despacho?
Respuesta: Tras bastantes años vinculado a las ramas inmobiliarias, de construcción y propiedad horizontal tanto en empresas promotoras, como trabajando en otros despachos, había llegado el momento de lanzar un proyecto propio dotado de características que echaba de menos en otras estructuras. A ello se unió el hecho de que mi actual socia, y amiga desde hace años, Nuria Pérez Melego, también buscaba un cambio y nuevos horizontes. Ambos vimos claro el momento y fundamos IENE ABOGADOS cuyas bases son el Derecho Inmobiliario y de la Construcción y Derecho de Familia, si bien también tenemos un buen volumen de asuntos relacionados con la rama laboral y penal.
P: ¿Cuáles son esas características que echaba de menos en otros despachos?
R: Fundamentalmente flexibilidad y capacidad de adaptación a los cambios. Llevaba demasiado tiempo comprobando como muchos despachos del sector pretendían sobrevivir ad infinitum replicando un mismo modelo de demanda y sin aportar soluciones a nuevos retos. Yo respeto todos los modelos, pero es indudable que muchos despachos que crecieron al calor del boom inmobiliario han desaparecido con la crisis posterior o han quedado reducidos a la mínima expresión por no haber sabido adaptarse las nuevas circunstancias o a lo que el cliente demandaba. Nosotros no buscamos un negocio oportunista o cortoplacista, sino ser una referencia nacional a largo plazo, basándonos siempre en una total honestidad con el cliente y en una política de honorarios flexible que permita a cualquier persona obtener una asistencia jurídica especializada y de primer nivel.
P: ¿Qué cualidades debe tener un abogado especializado en Derecho de la Construcción?
R: Destacaría en primer lugar la honestidad y cercanía con el cliente. Debemos tener en cuenta que la vivienda es, por lo general, la mayor inversión de nuestra vida. Una vivienda con defectos de construcción la sufrimos a diario, y eso al afectado le causa preocupación, enfado, ansiedad etc., pues no es un electrodoméstico que podamos devolver o cambiar a los pocos años. No hay que olvidarse que, en la mayoría de los casos, el cliente mientras sufre los defectos constructivos paga una cuota hipotecaria que no siempre le resulta cómoda. Todo eso hay que tenerlo en cuenta, pero a la vez hay que ser honesto y no vender soluciones milagrosas a problemas que en muchos casos son complejos de abordar. Por otro lado, es necesaria cierta experiencia en la parte técnica. No debemos olvidar que trabajamos de forma constante con informes periciales elaborados por arquitectos, ingenieros, etc. Es esencial manejar cierta base técnica para poder entender dichos informes y sobre todo poder explicarlos al cliente y, claro está, al juez.
P: ¿Cuáles son los defectos constructivos más habituales en la actualidad?
R: No sé si son los más habituales en términos absolutos, pero los problemas de aislamiento térmico en las viviendas están en muchísimas ocasiones sobre la mesa. Las plazas de garaje demasiado pequeñas o incluso los requisitos de eficiencia energética y aislamiento de las viviendas que se han endurecido sustancialmente en los últimos años en gran parte gracias al Código Técnico de la Edificación. Y, desgraciadamente, no todos los técnicos y contratas han sabido adaptarse a los cambios normativos. Por otro lado, sí tengo claro que el comprador cada vez es más exigente, lo cual creo es muy sano, pues poco a poco empujará a todos los implicados en el proceso constructivo a ser cada día más eficientes en su trabajo.
P: Entiendo que la colaboración con un perito, por lo general arquitecto, es esencial en los procedimientos de defectos constructivos.
R: Sí, efectivamente. En la mayoría de las ocasiones un buen dictamen pericial es una parte esencial del procedimiento. Y es importante que abogado y perito trabajen juntos desde el principio para dar un enfoque correcto a la reclamación, tanto desde el punto de vista técnico como jurídico. En este punto sí quiero desterrar un mito, y es que por mucho que siempre se diga que “el perito pone lo que dice el cliente o su abogado” esto no es cierto; un buen perito será aquel que es objetivo en sus apreciaciones y no admitirá falsear un informe. Y esto es sin duda esencial para el éxito del procedimiento. Al igual que la honestidad del letrado a la que antes me refería; si vendemos falsas esperanzas al cliente y construimos demandas basadas en falacias o defectos inexistentes, nuestro futuro en este sector será más bien corto.
P: ¿Cuáles considere que son los nuevos desafíos en el Derecho de la Construcción?
R: Como en cualquier otra rama del derecho es importante no dormirse. En la actualidad estamos incorporando muchos sistemas constructivos novedosos, desde las casas prefabricadas que ya existían, pero están en franco crecimiento, a la construcción industrializada en la que se parte de grandes estructuras fabricadas en serie y ensambladas y acabadas en obra. Por otro lado llegan estándares de calidad europeos como el Passivhaus, que prometen altos grados de eficiencia energética, pero tenemos que ver como coordinarlos con nuestro Código Técnico de la Edificación. Si bien es cierto que son cambios más acusados en el punto de vista técnico, también inciden sin duda en el jurídico ya que en muchos casos modifican el proceso constructivo, cambian o modulan la responsabilidad de los agentes constructivos típicos, introducen otros nuevos, etc.