Asociación Madrileña de la Abogacía de Familia e Infancia (AMAFI)
El pasado jueves día 23 de noviembre de 2023 se celebró en el salón de actos del Consejo General de la Abogacía Española en Madrid el evento “Café con Expertos” acerca de la Negociación Harvard, al que tuvimos la oportunidad de asistir la clase de Derecho de Familia de ISDE gracias a Dª Paloma Abad Tejerina. El evento fue organizado por la Asociación Madrileña de la Abogacía de Familia e Infancia (AMAFI), y presentado por Dª Amparo Quintana.
Ahora que estamos empezando en el mundo de la abogacía y que nos queda un largo camino por recorrer, voy entendiendo la importancia de una buena negociación, ¡y que razón tenían aquellos abogados que venían a darnos clase a ISDE y nos insistían en ello! Si ya es importante en el Derecho en general, ni que decir del Derecho de Familia, donde el éxito de la negociación no se basaría en el resultado final. Y es que, al entrar en juego algo tan crucial como es el interés superior del menor, no habría una parte ganadora y otra perdedora, sino que lo realmente importante es la capacidad de las partes involucradas para colaborar y alcanzar un acuerdo que sea mutuamente satisfactorio.
La Negociación Harvard fue desarrollada por Roger Fisher y William Ury en la Universidad de Harvard y ha llegado a convertirse hoy en día en el método más utilizado en el mundo.
Y sin extenderme mucho más e ir al grano del asunto os estaréis preguntando, ¿Qué es la Negociación Harvard? Que me corrijan los expertos, pero se podría entender como aquel método alternativo de resolución de conflictos sin la intervención de los tribunales de justicia cuyo objetivo es prevenir, minimizar y resolver los conflictos de una forma mucho más versátil de la que estamos acostumbrados a ver en la celebración del juicio, según nos transmitió el otro día Dª Amparo Quintana.
Por lo tanto la negociación, a grandes rasgos, sería aquel proceso de comunicación por el que dos o más partes interdependientes y con intereses diferentes sobre uno o varios temas tratan de alcanzar un acuerdo, aproximándose por medio de concesiones mutuas. De esta manera, creo que se fracasaría cuando no se llega a un acuerdo.
El punto de partida de toda negociación y que tenemos que tener en cuenta es que todas las personas quieren quedar bien consigo mismas y con los intereses que representan, lo que muchas veces no será posible dado que todas las personas tienen sentimientos, emociones o mitos que, aunque sea difícil aplicarlo, deberían dejar a un lado para no tomar decisiones precipitadas.
Una de las claves de esta negociación se encuentra en enfocarse en los intereses tanto tangibles como intangibles, en lugar de las posiciones particulares de cada parte. Por lo tanto, no solo tenemos que tener en cuenta los intereses objetivos propios, los de nuestro cliente, sino también tener en cuenta los intereses de la otra parte, para lo que deberíamos hacernos dos preguntas fundamentales: ¿Qué tiene el otro que me interesa a mí?, y ¿Qué tiene mi cliente que le interese a la otra parte? De ahí la insistencia en el uso de criterios objetivos, que pueden ayudar a evitar que las emociones nublen el juicio de las partes involucradas.
Y es que, como futuros abogados/as, somos un referente para nuestros clientes, que depositan su confianza en nosotros para que sean escuchados, por lo que tenemos que aprender de estas técnicas y saber implementarlo como parte de nuestro trabajo, ayudando a nuestros clientes a que puedan resolver sus conflictos de la forma más humana y menos conflictiva posible.
El don de la negociación no es algo innato que se tenga, sino que se puede ir desarrollando con formación específica, como fue la recibida en la anterior conferencia. Y es que en verdad estamos hablando de un arte, el arte de llegar a acuerdos, los cuales no todo el mundo sabe alcanzar. Por otro lado, habría que tener cuidado en no confundir negociar con obligar, ya que en ese caso se hablaría de persuasión o extorsión.
En definitiva, negociar no es solo ponerte enfrente de una persona y hacerle propuestas para llegar a un acuerdo. Negociar son muchas otras cosas, como el trabajo previo que hay que hacer antes de ver a dicha persona sobre las opciones que están ya “sobre la mesa” o que pudieran ponerse sobre ella. Entre las cosas a tener en cuenta, habría que ver qué opciones tengo yo, qué opciones tiene la otra persona, cuál sería el mejor momento para empezar a negociar (cuál es el momento en el que se tiene mayor poder de negociación) o si hacen falta terceras partes dentro de la negociación, entre otras.
Concretamente, en la preparación, antes de la negociación, las partes deben investigar los intereses y necesidades de ambas partes, así como los criterios objetivos que se pueden utilizar para medir la efectividad de cualquier acuerdo. También se deben identificar las alternativas a la negociación e identificar las MAAN (Mejor Alternativa a un Acuerdo Negociado) de cada parte.
Para finalizar, agradecer a AMAFI por los talleres prácticos que facilitan y que son de gran ayuda en esta etapa de aprendizaje. También me gustaría agradecer, en primer lugar, a la ponente, Dª Amparo Quintana, por la conferencia dada, facilitándonos su amplia experiencia e ilustrándonos sobre este tema tan importante; y, en segundo lugar, a Dª Paloma Abad, ya que sin su invitación no hubiésemos tenido el placer de asistir y también por darme la oportunidad de escribir este artículo.