Más
pronto o más tarde a lo largo de nuestra
vida profesional, los abogados penalistas
terminamos afrontando ese caso en que las
sesiones de juicio oral se prolongarán
durante días, semanas e incluso meses, y que
pone a prueba nuestra capacidad de
supervivencia diaria. Las siguientes
reflexiones son fruto de mi experiencia
profesional en algunos de estos asuntos.
Existen
diversas circunstancias que pueden abocarnos
a afrontar una agenda judicial cargada de
sesiones, fundamentalmente cuando el juicio
requiere de la práctica de un número inusual
de pruebas testificales y periciales y
cuando comparecen en la causa multitud de
partes procesales (habitualmente acusados,
aunque tampoco es extraño tener varias
acusaciones). La complejidad de los
Procedimientos de Jurado también los sitúa
habitualmente en esta categoría.
Cómo
podemos afrontar el juicio variará en
función de la posición que defendamos y de
nuestra implicación en todas, muchas o pocas
de las cuestiones de hecho y de derecho que
se debatirán. Si defiendes al acusado como
dirigente de una organización criminal,
normalmente tienes garantizado el primer
turno de intervención entre las defensas y
una importante carga de trabajo en cada
sesión. Si a tu cliente lo acusan de un
hecho puntual entre muchos, tu labor será
más descansada, pero pasarás muchas horas en
Sala como un simple oyente.
Comienza por analizar la posición del resto
de acusados, busca elementos de codefensa y
defensas contradictorias y actúa en
consecuencia. No olvides que todos los
letrados son compañeros con quienes –
además- vas a convivir durante días así que
habla con ellos antes, durante y después del
juicio. En nuestro despacho es costumbre
invitarlos a una reunión para buscar el
mayor número de sinergias comunes: mirar de
repartirnos las cuestiones previas, los
interrogatorios, las conclusiones, para que
cada uno se concentre en un aspecto en
beneficio de todos. En ocasiones esto no es
posible, pero sin lugar a dudas vale la pena
intentarlo siempre
Es
aconsejable una lista de distribución de
correo entre todos los letrados para
disponer de un canal de comunicación
permanente. Ten en cuenta que las
acusaciones siempre esperan y desean
defensas desorganizadas que les faciliten el
trabajo.
Debes
obtener el guión del juicio con la
distribución que la Sala ha hecho de las
fechas previstas: Mira cuántas ha reservado
para cuestiones previas, interrogatorio de
los acusados, pruebas, conclusiones
definitivas, informes finales y analiza
dicha previsión, porque muy frecuentemente
el Guión inicial peca de optimista y la Sala
acabará habilitando nuevos días de juicio
sobre la marcha. Debes tenerlo en cuenta a
la hora de planificar tu agenda profesional
y cómo atender al resto de clientes y
asuntos.
Intenta
dosificar tus esfuerzos, porque al terminar
tu macrojuicio, te encontrarás con las
vistas y señalamientos que por su causa has
ido aplazando, además reuniones y visitas
pendientes y una mesa desbordada de tareas
atrasadas que se añadirán al lógico
cansancio acumulado tras un proceso largo y
complejo. Estas serán tus peores fechas.
Organiza adecuadamente tu material de
trabajo, digitalizando los autos de forma
que te resulten fácilmente accesibles a lo
largo de las sesiones. Yo acostumbro a
confeccionar:
1.
un dossier en papel con los índices y
guiones de trabajo (cuestiones previas,
prueba y conclusiones finales), las fichas
de intervinientes (acusados, testigos y
peritos) y los cuadros de prueba
2.
y dos carpetas digitales: la primera con las
actuaciones ordenadas y foliadas según
consta en la causa y la segunda con las
mismas actuaciones limpias de todo folio
innecesario y agrupadas según el guión del
juicio (cuestiones previas, acusados,
testigos, peritos, pruebas documentales)
Al
final de cada sesión limpiamos y ordenamos
las notas que hemos tomado a lo largo de la
misma (serán herramienta imprescindible para
ulteriores recursos a la Sentencia) y las
conclusiones más importantes las consignamos
en el borrador de las que serán nuestras
conclusiones definitivas e informe final,
para ello, la mejor técnica de trabajo es la
elaboración de fichas.
Ten en
cuenta que no es infrecuente que el resto de
partes también modifiquen sus conclusiones,
de modo que cada día debes estar muy atento
a lo que hayan obtenido en su beneficio las
acusaciones y aquellas defensas que
mantengan contigo intereses contradictorios.
Observa
atentamente la actitud del Juez o Tribunal y
ten en cuenta que no es infrecuente que, a
medida que se vaya celebrando la vista, los
Magistrados vayan deliberando y votando
partes del contenido de la sentencia,
formando la convicción a lo largo de las
sesiones, es por ello que debemos hacer un
esfuerzo suplementario para tratar de
deducir de su lenguaje verbal y corporal
cómo nos están yendo las cosas.
Por
último, trata de dosificar tus energías,
piensa que este tipo de causas son como una
carrera de fondo que no sólo nos pone a
prueba a nosotros, sino también a nuestro
despacho.