Cerca
de
sesenta
medidas
pergeñan
un
documento
técnicamente
impecable
en
el
que
el
medio
centenar
de
jueces
decanos
que
ha
acudido
a
estas
jornadas
de
Valencia
han
expresado
su
punto
de
vista
sobre
los
males
crónicos
de
nuestra
justicia
y el
problema
latente
de
la
corrupción.
En
esta
ocasión,
pese
a la
trascendencia
de
la
cita,
fuentes
de
la
organización
nos
han
comentado
el
detalle
que
un
Ministro
de
Justicia,
como
Rafael
Catalá
se
haya
acercado
a
conversar
con
este
colectivo
de
magistrados,
claves
en
nuestro
ordenamiento
jurídico.
Así
lo
hizo
también
Carlos
Lesmes,
presidente
del
CGPJ
y
del
TS
en
el
acto
de
inauguración
de
este
encuentro,
ya
tradicional
en
estas
fechas.
El
colofón
del
estudio
que
se
ha
repartido
entre
los
medios
informativos
no
puede
ser
más
concluyente;
más
inversión
en
justicia,
se
pide
el 3
por
ciento
que
hay
en
todos
los
países
lo
que
triplicaría
la
inversión
actual;
más
jueces
que
ayuden
a
los
que
ya
trabajan,
donde
a
juicio
de
muchos
jueces
decano
el
papel
de
los
jueces
sustitutos,
ahora
en
tierra
de
nadie
podría
ser
muy
valioso,
y
reformas
procesales
que
agilicen
los
procesos
y
no
conviertan
los
macroprocesos
en
odiseas.
En
esa
lucha
contra
la
corrupción
también
se
plantea
la
creación
de
una
Ley
que
proteja
al
Denunciante,
como
ya
sucede
en
muchos
países
occidentales.
Tres
días
de
intensos
debates
han
originado
un
documento
que
en
los
próximos
días
se
convertirá
en
uno
de
los
más
leídos
a
nivel
jurídico.
Los
jueces
decano,
cuyo
papel
en
la
administración
de
justicia
es
clave,
reclaman
más
medios
humanos
y
materiales
“posiblemente
ahí
estaríamos
en
el
doble
de
jueces
que
tenemos
para
llegar
a la
media
Europea,
aún
sabiendo
que
podríamos
utilizar
a
los
propios
jueces
sustitutos,
muchos
de
ellos
defenestrados
por
el
anterior
Ministro”,
apunta
Pedro
Viguer,
juez
decano
de
Madrid.
Uno
de
sus
comentarios,
EL
poder
judicial
será
lo
eficiente
que
así
lo
desee
el
ejecutivo
y el
legislativo
es
una
de
las
frases
de
día.
“Hay
formas
sutiles
de
condicionar
el
trabajo
de
los
jueces
y la
parte
económica
es
una
de
ellas;
sin
el
apoyo
político
no
se
crearán
más
plazas
de
jueces
ni
se
harán
las
reformas
procesales
que
hacen
falta”,
indica.
En ese
documento
han
pedido
que
aquellos
juzgados
con
temas
complejos
tengan
refuerzos
para
que
asi
los
propios
jueces
puedan
dedicarse
al
asunto
en
cuestión
“los
juzgado
más
castigados
son
los
centrados
en
las
jurisdicciones
civil,
social
y
mercantil
y
hay
que
darse
cuenta
que
las
reformas
procesales
no
cuestan
dinero.
Para
nosotros
sería
una
idea
buena
que
en
circunstancias
concretas
excepcionales
se
pudiera
contar
con
jueces
sustitutos,
que
todos
sabemos
que
han
hecho
su
trabajo
hasta
ahora
bien.
De
esa
forma
los
jueces
se
podrían
centrar
en
asuntos
de
corrupción.
Los
jueces
decanos
han
reclamado
este
miércoles
más
medios
humanos
y
materiales,
la
"dotación
ágil
de
refuerzos
a
juzgados
que
lleven
asuntos
de
especial
complejidad,
especialmente
de
corrupción",
para
que
sus
titulares
se
dediquen
"en
exclusiva
a
este
asunto
las
24
horas
del
día",
así
como
la
"revisión
y,
en
su
caso,
supresión
de
aforamientos",
al
considerar
que
"entorpecen
y
ralentizan
de
forma
evidente
y
clara
la
instrucción
de
los
procedimientos".
Esas
son
algunas
de
las
medidas
incluidas
en
las
conclusiones
del
XXIV
Jornadas
Nacionales
de
Jueces
Decanos,
que
han
congregado
en
Valencia
a
cerca
de
50
profesionales,
en
representación
de
cerca
de
2.000
jueces
españoles,
"en
un
momento
clave
para
la
justicia
española,
en
el
que
está
en
juego
el
prestigio
del
sistema
judicial"
y en
el
que
afirman
estar
"preparados"
para
afrontar
los
retos
actuales,
pero
advierten
de
que
"solos"
no
pueden
por
su
dependencia
"en
lo
económico
y en
cuanto
a
leyes
e
instrumentos
procesales".
"El
poder
judicial
será
lo
eficiente
que
quiera
que
sea
el
poder
ejecutivo
y
legislativo",
ha
indicado
el
juez
decano
de
Valencia,
Pedro
Viguer,
en
la
presentación
del
documento,
en
la
que
su
homólogo
de
Málaga,
José
María
Páez,
ha
urgido
a
"sacar
la
justicia
del
debate
político"
y ha
reclamado
"un
gran
pacto
entre
partidos
para
definir,
de
una
vez,
el
modelo
de
justicia
que
se
quiere
tener".
"Tardaremos,
pero
vamos
a
llegar,
y la
ciudadanía
puede
estar
absolutamente
tranquila
porque
la
justicia
se
aplica
en
España
y la
justicia
funciona,
lenta
pero
funciona",
ha
recalcado
Páez,
quien
considera
"muy
difícil
afrontar
macrocausas"
con
los
medios
actuales.
Los
jueces
también
han
pedido
una
"ley
de
segunda
oportunidad"
para
"permitir
salir
del
agujero"
a
"pequeños
deudores"
abocados
a
concursos,
"olvidados"
por
la
ley
actual
y
que
"pierden
todos
sus
bienes
y, a
pesar
de
ello,
sus
deudas
le
van
a
perseguir
toda
su
vida
sumiéndolo
en
la
muerte
civil
y en
la
economía
sumergida".
Limitar los indultos
Han
abogado
asimismo
por
limitar
los
indultos
a
los
que
tengan
informe
favorable
del
tribunal
y la
suspensión
de
la
pena
mientras
tramitan
la
petición,
tras
el
"abuso"
registrado,
así
como
por
contar
con
tribunales
y
juzgados
especializados
en
asuntos
económicos
a
nivel
autonómico
e
incluso
provincial,
por
potenciar
la
cooperación
jurídica
internacional
para
eliminar
paraísos
fiscales
y
por
crear
"una
policía
judicial
auténtica",
la
figura
de
"juez
asesor"
y un
cuerpo
de
peritos
contables
que
asesoren
a
los
jueces.
Junto a
los
decanos
de
Valencia
y
Málaga,
han
comparecido
sus
homólogos
de
Madrid,
Antonio
Viejo,
de
Murcia,
Miguel
de
Riquelme,
de
Oviedo,
María
Pilar
Martínez,
y de
la
Audiencia
Nacional,
Santiago
Pedraz,
que
se
ha
ausentado
sin
intervenir
para
no
perder
el
AVE.
En materia
de
corrupción,
piden
ampliar
el
plazo
de
prescripción,
introducir
el
delito
de
enriquecimiento
ilícito
o
injustificado
de
cargos
públicos
durante
su
mandato
y el
de
financiación
ilegal
de
partidos
políticos
y
agravar
las
penas
por
tráfico
de
influencias,
prevaricación
y
negociaciones
prohibidas
a
funcionarios,
entre
otros.
Defienden
asimismo
reducir
la
cuota
defraudada
en
delitos
contra
la
Hacienda
Pública,
agravar
penas
por
omisión
del
deber
de
denunciar
y
perseguir
determinados
delitos,
introducir
una
modalidad
de
delito
de
obstrucción
a la
justicia
por
no
remitir
al
juez
la
documentación
requerida
o
enviarla
incompleta,
agravar
la
desobediencia
a la
autoridad
judicial
cometido
por
funcionario,
limitar
o
prohibir
suspender
o
sustituir
penas
por
corrupción
y
despenalizar
faltas.
En sus
'58
reflexiones
para
la
reforma
del
proceso
penal
y la
lucha
contra
la
corrupción',
también
incluyen
aumentar
la
ratio
actual
de
11
jueces
por
cada
100.000
habitantes
hasta
la
media
europea
de
21,
destinar
a
justicia
"al
menos
el 3
por
ciento"
de
los
Presupuestos
Generales
del
Estado,
autonomía
presupuestaria
o un
porcentaje
"mínimo
y
garantizado"
para
justicia,
ordenar
el
reparto
de
competencias,
modernizar
y
compatibilizar
sistemas
informáticos
autonómicos
y
con
FISCALÍA,
y
flexibilizar
la
organización
judicial.
A su
juicio,
convendría
realizar
"profundos
cambios"
en
el
sistema
de
selección
y
nombramiento
de
los
miembros
del
Tribunal
de
Cuentas,
del
Consejo
General
del
Poder
Judicial
y
del
Tribunal
Constitucional,
que
consideran
"excesivamente
dependiente
de
los
partidos
políticos".
Suprimir "privilegio" de declarar por escrito
Proponen
asimismo
medidas
de
refuerzo
y
apoyo
y de
reforma
del
proceso
penal,
básicamente
para
agilizarlo,
como
reformar
el
sistema
de
recursos
contra
"resoluciones
de
mero
trámite
que
dilatan
enormemente
los
sumarios",
instaurar
un
sistema
de
costas
y
sanciones
que
"disuadan
de
pretensiones
acusatorias
temerarias",
suprimir
el
"privilegio"
de
ciertas
autoridades
de
declarar
por
escrito
sin
comparecer
ante
el
juez
o
permitir
al
fiscal
valorar
si
conviene
iniciar
o no
el
proceso
penal
en
caso
de
pequeñas
infracciones.
Además,
proponen
que
los
delitos
cometidos
por
aforados
y
los
relativos
a la
corrupción
dejen
de
ser
competencia
del
Tribunal
del
Jurado
y,
en
cuanto
a
los
aforamientos,
plantean
"atribuir
al
juez
ordinario
el
conocimiento
e
instrucción
de
causas"
de
aforados,
restringir
esa
condición
a la
fase
de
enjuiciamiento,
no
instrucción,
y a
delitos
cometidos
en
el
ejercicio
del
cargo
e
"imposibilidad
de
cambios
de
tribunal"
aunque
se
deje
de
estar
aforado
o
viceversa.
Más medios para fiscalía anticorrupción
Respecto
a la
FISCALÍA,
en
caso
de
que
se
le
atribuya
la
instrucción,
abogan
por
reforzar
su
independencia
del
poder
ejecutivo
y la
inamovilidad
de
los
fiscales,
especialmente
en
asuntos
de
corrupción
o
que
afecten
a
autoridades
políticas,
y
piden
más
medios
para
Anticorrupción
y
mantener
la
acusación
popular
"como
contrapeso
del
Ministerio
Fiscal,
en
especial
si
se
pretende
que
en
un
futuro
asuma
la
investigación,
pero
con
límites
para
evitar
abusos".
Plantean
igualmente
agilizar
el
aseguramiento
cautelar
de
las
responsabilidades
pecuniarias
desde
el
inicio
de
la
investigación
y
"facilitar
la
actuación
contra
testaferros"
y la
colaboración
con
la
Agencia
Tributaria,
Banco
de
España,
Patrimonio
e
Intervención,
así
como
mejorar
la
"ineficaz"
Ley
de
Protección
de
Testigos
y
Peritos. |