Rumores
insistentes
de
presiones
políticas
y la
falta
de
medios
en
la
carrera
fiscal
podrían
haber
precipitado
su
decisión
de
renunciar
a
este
cargo.
Sorpresa mayúscula en
la
carrera
fiscal
cuando
a
primera
hora
de
la
mañana
hemos
conocido
a
través
de
un
escueto
comunicado
de
cuatro
líneas
la
renuncia
de
Eduardo
Torres-Dulce,
FGE
a
este
puesto
dentro
del
Ministerio
Público.
En
la
citada
nota
se
aducen
motivos
personales
para
pedir
la
renuncia
que
muchos
de
los
operadores
jurídicos
consultados
señalan
que
aclare.
Junto
a
ello
las
opiniones
se
dividen
entre
los
que
ven
presiones
políticas
y
malas
relaciones
con
el
Gobierno
a
también
la
falta
de
medios
de
las
fiscalías,
denunciado
por
el
propio
Torres-Dulce,
la
última
en
su
comparecencia
ante
la
Comisión
de
Justicia
del
Congreso
http://goo.gl/33nGQG
.
Nuestra
publicación
ha
pulsado
opiniones
en
las
diferentes
asociaciones
fiscales
y
judiciales
sobre
esta
decisión
que
no
ha
dejado
indiferentes
a
nadie,
sobre
todo
cuando
la
querella
a
Artur
Mas
aún
no
se
sabe
si
será
admitida.
De
hecho
desde
la
última
reforma
del
estatuto
orgánico
del
Ministerio
Fiscal
del
2007
su
puesto
estaba
blindado
frente
a
cualquier
injerencia.
Del
destino
del
propio
Torres-Dulce
poco
se
sabe,
se
conoce
que
tiene
categoría
de
Fiscal
de
Sala
y
que
no
será
sencillo
su
recolocación
por
la
falta
de
vacantes.
Hoy
se
rumorea
que
Rafael
Catalá
podría
llevar
su
candidato
a
sustituir
a
Torres-Dulce
al
propio
Consejo
de
Ministros.
Nadie esperaba que Torres-Dulce
fuera
a
rendirse
y a
renunciar
a su
cargo.
Es
evidente
que
ha
vivido
momentos
de
tensión
importantes,
algunos
de
ellos
como
el
de
la
querella
a
Artur
Mas
que
le
hizo
buscar
el
apoyo
de
los
fiscales
de
Sala
en
su
decisión,
por
cierto,
aún
pendiente
de
admitirse
a
trámite
en
el
TSJ
de
Catalunya;
sus
declaraciones
en
el
caso
Noos
defendiendo
la
actuación
del
fiscal
Horrach
o
sus
reiteradas
declaraciones
en
más
de
un
foro
público
pidiendo
medios
y
recursos
a
una
carrera
fiscal
extenuada
por
el
trabajo.
Sin
embargo
que
se
aplazaran
ciertos
nombramientos
y la
provisión
de
66
plazas
de
nuevas
fiscales
tras
el
último
Consejo
Fiscal
celebrado
hace
unos
días,
generaba
a
última
hora
del
pasado
miércoles
cierta
extrañeza
por
lo
inusitada
de
la
decisión.
Ahora, hasta que el Consejo
de
Ministros
nombre
un
nuevo
FGE
asume
las
competencias
en
este
cargo
el
nuevo
Teniente
Fiscal
del
Tribunal
Supremo,
Luis
Navajas,
nombrado
hace
cosa
de
un
mes.
Hay
que
recordar
que
para
el
nombramiento
de
este
alto
cargo
se
necesita
que
el
Gobierno
proponga
al
candidato,
el
CGPJ
lo
supervisa
y el
Parlamento
tiene
que
escucharle.
Durante
ese
periodo
seguiría
el
citado
Navajas
como
jefe
del
Ministerio
Fiscal.
Según
las
fuentes
consultadas
por
esta
publicación
es
posible
que
en
este
Consejo
de
Ministros
de
mañana,
Catalá
lleve
a su
nuevo
candidato.
En
este
ínterin,
varios
partidos
políticos
han
pedido
al
presidente
Rajoy
que
explique
en
el
Congreso
esta
situación
generada
por
el
ces
de
Torres-Dulce.
Desde las asociaciones
fiscales
se
reconoce
el
trabajo
y la
integridad
del
ya
FGE
saliente,
Eduardo
Torres-Dulce.
Así
lo
manifiesta
Emilio
Frias,
portavoz
de
la
Asociación
de
Fiscales,
quien
ha
indicado
la
gran
labor
que
ha
realizado
el
ya
fiscal
saliente
como
responsable
del
Ministerio
Público
Sobre
las
posibles
causas,
Frías
se
ha
remitido
a
los
“motivos
personales”
aludidos
por
Torres-Dulce
al
comunicar
su
decisión.
“No
sabemos
si
hay
otras
causas
y si
realmente
son
motivos
personales,
eso
es
lo
único
que
sabemos”,
afirma
este
portavoz.
Acerca
de
posibles
presiones
del
Ejecutivo,
Frías
ha
recordado
que
las
tensiones
entre
fiscalía
y
Gobierno
“siempre
hay,
no
sólo
con
el
fiscal
general
del
Estado,
también
con
otros
fiscales”.
Hay
que
recordar
que
el
propio
Torres-Dulce
pertenece
a
esta
Asociación,
una
de
las
mayoritarias
en
la
composición
del
Consejo
Fiscal,
órgano
consultivo
del
FGE,
que,
en
principio
no
se
verá
afectado
por
esta
dimisión
en
su
desarrollo
a
corto
y
medio
plazo.
La Unión progresista
de
Fiscales
(UPF)
y su
portavoz
Álvaro
García,
muy
crítica
al
igual
que
el
propio
FGE
con
la
reforma
de
la
Lecrim
que
pretende
poner
en
marcha
el
Ministro
de
Justicia,
Rafael
Catalá,
http://goo.gl/biqygk,
se
enteró
por
este
periodista
de
la
noticia
cuando
hablamos
con
él
para
requerir
más
información.
Luego
con
posterioridad
volvemos
a
contactar
con
él.
Desde
su
punto
de
vista
es
fundamental
que
el
propio
dimitido
aclare
las
razones
de
su
salida
del
Ministerio
Público.
En
opinión
del
propio
portavoz
de
UPF,
la
otra
asociación
que
se
encuentre
en
el
Consejo
Fiscal
es
necesario
que
se
disipen
la
rumorología
que
se
ha
disparado
en
estas
últimas
horas
y
que
hablan
de
diferentes
presiones
políticas
que
hubieran
llevado
a
tomar
esa
decisión.
Tras
su
marcha,
“somos
profundamente
críticos
con
estos
tres
años
de
gestión,
en
los
que
la
pérdida
de
peso
de
la
figura
del
Fiscal
General
ha
supuesto
un
retroceso
en
institución
y en
la
propia
Carrera
Fiscal.”
Desde APIF, la otra
asociación
de
fiscales,
Salvador
Viada,
su
portavoz
y
Fiscal
del
Tribunal
Supremo,
valora
de
forma
negativa
la
salida
de
Torres-Dulce
como
FGE
“
Costo
mucho
convencer
a
los
Gobiernos
anteriores
que
los
Fiscales
Generales
eran
intocables
y
ahora
con
esta
decisión
todo
se
pone
en
entredicho.”
Para
Viada
el
FGE
solo
debería
dimitir
en
el
caso
de
que
cometiera
errores
de
bulto
“
Incluso
podría
haber
tenido
la
oportunidad
de
denunciar
si
realmente
estaba
siendo
presionado
desde
el
Gobierno
como
se
rumorea
pero
no
debería
haber
dimitido,
es
el
garante
del
Estado
de
Derecho”,
subraya.
Nuestro
interlocutor
recuerda
la
lucha
del
propio
jurista
dimitido
por
tener
más
medios
materiales
o la
elaboración
del
Libro
Blanco
de
la
Fiscalía
en
marzo
pasado,
http://goo.gl/UUHMhm.
Presiones políticas y
rumores
El portavoz de Jueces
para
la
Democracia
(JpD),
Joaquim
Bosch,
declaraba
cuando
conocía
la
renuncia
de
Eduardo
Torres-Dulce
como
fiscal
general
del
Estado
que
ésta
había
sido
debida
por
las
presiones
del
Gobierno.
Para
el
representante
de
JpD
tras
la
renuncia
de
Torres-Dulce
están
sus
“desencuentros
y
enfrentamientos
con
el
Gobierno”
y
las
“presiones
por
ejemplo
en
asuntos
como
la
querella
por
la
consulta
soberanista
de
Cataluña”,
en
el
que
“dirigentes
del
PP
indicaban
al
fiscal
lo
que
debía
hacer,
dando
la
impresión
de
que
actuaba
al
dictado
del
poder
político”.
Marcelino Sexmero,
portavoz
de
la
Asociación
de
Jueces
Francisco
de
Vitoria,
tiene
mucha
consideración
las
manifestaciones
realizadas
por
Torres-Dulce
en
estos
dos
últimos
años
“ lo
que
ha
sucedido
es
un
desencuentro
entre
él y
el
Gobierno,
es
evidente
que
en
estos
momentos
el
Ministerio
Fiscal
tiene
escasa
independencia
en
nuestro
país”,
apunta.
A su
juicio
nadie
puede
dudar
la
calidad
como
jurista
del
exFGE
“técnicamente
como
fiscal
irreprochable.
Creo
que
ha
sido
valiente
dejar
el
cargo
viendo
las
amenazas
y
coacciones
que
ha
estado
sufriendo
en
los
últimos
meses”,
advierte.
A su
juicio
la
falta
de
medios
de
la
carrera
fiscal
y la
anunciada
Lecrim
por
parte
de
Catalá,
muy
descafeinada,
han
podido
generar
más
desencuentros
entre
Justicia
y el
propio
FGE.
Por su parte, Pablo
Llarena,
presidente
de
la
APM
(Asociación
Profesional
de
la
Magistratura),
asociación
mayoritaria
en
la
carrera
judicial
ha
alabado
la
la
gestión
del
ya
exFGE
como
una
persona
“comprometida,
rigurosa
y
convencida
de
su
independencia.
Asociación
Profesional
de
la
Magistratura
Llarena
ha
agradecido
a
Torres-Dulce
su
dedicación
en
su
función
y ha
proclamado
que
“España
ha
disfrutado
de
un
fiscal
general
técnico,
responsable,
comprometido
y
convencido
de
su
independencia”.“Más
allá
de
las
dificultades
del
cargo,
lo
ha
desempeñado
con
compromiso
y
con
rigor
profesional
y
técnico”,
ha
concluido
Pablo
Llarena.
Desde Sevilla, Conrado
Gallardo,
nuevo
presidente
del
Foro
Judicial
Independiente,
mostraba
también
su
sorpresa
por
la
dimisión
del
FGE.
“Falta
que
sepamos
realmente
los
motivos
personales
de
esa
decisión”,
comenta.
Haciendo
una
valoración
de
su
gestión
ha
destacado
su
honestidad
como
fiscal
y
“en
la
medida
de
lo
que
le
han
dejado
independiente
y
cumplidor
de
su
labor”.
“No
podemos
olvidar
que
los
cargos
judiciales
y el
propio
del
Fiscal
General
del
Estado
están
muy
politizados”
indica.
Al
final
hay
una
independencia
más
formal
que
real.
En
este
sentido,
Gallardo
subraya
que
Torres-Dulce
ha
vivido
la
“dura
realidad”
de
que
los
partidos
políticos
le
presionen
y ha
tenido
que
marchase
al
no
adoptar
“las
decisiones
que
éstos
quieren”.
Pedro Viguer, juez
decano
de
Valencia,
también
muestra
su
incredulidad
por
la
noticia
que
le
anticipamos.
“Ha
sido
un
buen
FGE,
ha
dicho
cosas
sensatas
que
hemos
compartido
en
la
mayor
parte
siempre
que
le
hemos
oído
en
los
diferentes
foros
públicos”;
apunta.
Bajo
su
punto
de
vista
Torres-Dulce
ha
sido
el
mejo
FGE
que
han
tenido
en
mucho
tiempo.
Respecto
a
los
motivos
“personales”
que
han
obligado
a su
renuncia,
nuestro
interlocutor
prefiere
no
especular
“es
una
noticia
triste
pero
tenemos
que
resaltar
su
figura
como
jurista,
como
persona
íntegra
y de
gran
sentido
común”,
indica.
Desde
su
punto
de
vista
es
evidente
que
esta
dimisión
llega
en
un
momento
muy
complicado
donde
es
posible
que
se
cuestione
cualquier
presión
del
Gobierno
al
propio
FGE.
Fruitos Richarte, es
el
presidente
de
Ajudicat,
asociación
de
jueces
sustitutos
de
Cataluña
y
magistrado
sustituto
en
la
Audiencia
Provincial
de
Barcelona
“
Sería
bueno
que
aclarase
esos
motivos
personales
que
le
han
obligado
a
dejar
el
cargo”,
A
juicio
de
este
jurista
se
ha
hablado
mucho
en
el
sector
de
su
gran
capacidad
de
jurista
pero
quizás
de
falta
de
autoridad
en
determinados
momentos,
sobre
todo
para
evitar
las
presiones
externas
“
Ser
FGE
es
una
responsabilidad
muy
grande
y
necesitas
tener
unas
dotes
muy
especiales”
E
insiste
que
no
debió
ser
muy
grato
para
él
que
frente
a
las
presiones
del
Gobierno
por
interponer
la
querella
al
propio
Artur
Mas
los
fiscales
catalanes
se
echaran
para
atrás
en
un
primer
momento.
“Hemos
sabido
por
los
medios
informativos
que
algunas
fiscalías
tienen
problemas
serios
de
medios”,
indica.
Por último, Manuel
Ruiz
de
Lara,
portavoz
de
la
Plataforma
Cívica
por
la
Independencia
Judicial,
recalca
que
nos
encontramos
ante
el
mejor
Fiscal
General
del
Estado
de
las
últimas
legislaturas,
habiendo
desarrollado
sus
funciones
de
manera
firme
y
autónoma
con
plena
independencia
del
poder
político.
Su
figura
sin
duda,
ha
engrandecido
el
Ministerio
Público
y su
actuación
ha
mejorado
la
calidad
de
nuestra
democracia
en
tiempos
particularmente
difíciles
y
convulsos.
Desde
su
punto
de
vista
“Enmarcamos
su
decisión
en
las
presiones
ejercidas
por
la
clase
política
ante
las
actuaciones
autónomas
del
Fiscal
General
del
Estado.
Rechazamos
de
manera
rotunda
las
presiones
ejercidas
por
el
Gobierno
de
la
Nación
y
por
gran
parte
de
la
actual
clase
política
española
sobre
la
Administración
de
Justicia,
y
resaltamos
que
sólo
conciben
la
misma
como
un
instrumento
a
manipular
en
pos
de
sus
intereses
particulares.
“Desde
esta
Plataforma
estas
presiones
dejan
claro
“de
manera
indubitada
el
escaso
respeto
que
los
actuales
responsables
políticos
sienten
por
el
Estado
de
Derecho
y
por
la
Independencia
del
Poder
Judicial”.
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