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 Se critican malas prácticas
por parte de órganos judiciales en su relación con el arbitraje, se critica el
desconocimiento de la sociedad en general, se critica el no uso de cláusulas
arbitrales, se critica a los abogados por no recomendarlo, se critica a las
instituciones... Pero ¿qué se está haciendo para que el arbitraje sea conocido y
reconocido?
Marca personal, networking,
software libre, generación de contenidos, blogs, brand journalism, newsjacking...
palabras que provocarán cierto rechazo entre muchos abogados con experiencia o
dedicados al arbitraje. Pero ¿qué tal si hablamos de trabajo diario, pasión por
lo que hacemos, compartir conocimiento, colaborar con nuestros colegas o
convencer? Algo cambia ¿verdad?
Una buena estrategia de
comunicación online puede posicionar a una firma, a un profesional, a
un concepto, en el plano nacional e internacional. Y en esa
situación nos encontraríamos ante la necesidad de impulsar y promover el
arbitraje comercial. Es necesario invertir en medios para hacerle camino al
arbitraje en la comunicación diaria, debe tener visibilidad online y, ¿por qué
no?, crear tendencia.
Si los abogados deben ser los
diseñadores de su marca personal o moverse con comodidad en las redes
sociales, la comunicación online del arbitraje deberá dibujar también
su identidad digital: ¡los árbitros pueden escribir blogs! Y hablo de blogs
porque quizá se trate de la herramienta que más influye en la creación de una
buena marca personal en el entorno digital. Según sendos estudios de las
americanas
Noetic Media
y
TechnoratiMedia
los blogs influyen más en la decisión de un usuario que otras redes sociales
tipo LinkedIn, Twitter o Facebook. Transmiten una mayor confianza a los
internautas y adquieren rangos de popularidad y confianza superiores.
Crear conversación
Si miramos cara a cara al
arbitraje, nos atrae con textos sugerentes y nos invita a discutir y comentar:
¿quién puede resistirse a una web atractiva? ¿O a un perfil que hable
con familiaridad del arbitraje? ¿Quién no se siente atraído por asistir a un
evento diseñado con un formato cercano y divertido?
Y es que el arbitraje tiene
mucho que decir (fórmulas de las que se sirve esta herramienta a nivel
internacional, cómo funciona el arbitraje más sencillo, de los pros, de los
contras...) y, en estos momentos, cuenta con una ventaja esencial, ya que puede
comenzar a hacer camino desde cero aprovechando lo mejor del universo Internet.
Compartir, colaborar,
la comunidad arbitral debe dar un paso al frente y conversar, si lo hacemos
online también provocaremos conversación en la calle. Crear un buen perfil,
compartir nuestro conocimiento, conversar con los usuarios, hablar de arbitraje
y crear conversación a través de webs, de las redes sociales, de encuentros
profesionales...
Es necesario que la sociedad
en general sea consciente del mecanismo y crea en él, que pueda escucharlo,
verlo, dialogar con él y prácticamente palparlo. Algo que, en estos momentos,
resulta radicalmente imposible en nuestro país. Salvo raras excepciones, apenas
hay contenido de calidad que pueda ser compartido.
El arbitraje parece
inaccesible porque no lo hacemos accesible
Aprender de otros sectores,
conectarnos y arriesgar. Con una comunicación directa, abierta y cercana
buscamos también reforzar la reputación y la autoridad, y atraer.
Sorprender puede ser clave
también en el éxito del día a día. El arbitraje debe sorprender para extenderse,
para que se hable de él; y, sobre todo, resultar atractivo y vencer esa
resistencia de los árbitros a compartir sus experiencias sin necesidad de
violar el principio de confidencialidad. Por lo que también debe apoyarse en la
organización de encuentros que den paso al networking, volvemos a la
colaboración entre profesionales e instituciones extensiva a todos los públicos
del arbitraje, que atraiga a la sociedad y, como consecuencia de ello, a los
medios.
La comunidad arbitral
debe conectarse e interactuar y los jóvenes abogados con interés en arbitraje
deben darle un impulso. Se debe hacer del arbitraje en España un evento
global, protagonista de la realidad de la economía diaria, que dé respuesta
de manera creativa a las necesidades reales de los profesionales
españoles, compartido día a día y, por supuesto, discutido.
Y vuelvo a una de las
preguntas de los párrafos de inicio de esta entrada: ¿qué tal si hablamos de
trabajo diario, pasión por lo que hacemos, compartir conocimiento, colaborar con
nuestros colegas o convencer? ¿Hablamos de arbitraje? |
