Gijón premia la Mediación en la persona de Antonio Tajani.
Noticias como esta contribuyen a dar a conocer el verdadero significado de la
Mediación.
Puede resultar paradójico, ya que técnicamente sería más correcto hablar en este
caso de negociación o de intermediación. Pero a mi como mediadora de “a pie”,
que se pasa la vida hablando de mediación e intentando dar a conocer los
beneficios que ésta puede aportar a la ciudadanía y la sociedad, esta
“imprecisión “ me parece acertada, oportuna y esperanzadora.
Muchas veces me hacen la misma pregunta: “-¿Cómo vas a sentarte a dialogar y
ponerte en el lugar del otro cuando ese otro es quien te está amargando la
vida?” .
Cuando hablas de Mediación, parece –en ocasiones- que estás animando a la
resignación; a dejar de luchar por tus derechos y por tus intereses.
Puede -erróneamente- interpretarse la Mediación como cesión.
No resulta fácil de explicar. Para llevar a cabo con éxito un proceso de
Mediación es necesario que las partes en conflicto sepan empatizar; separar el
problema de la persona que te lo causa; utilizar un lenguaje asertivo sin
agresiones ni descalificaciones que contribuyan a generar más crispación y
desencuentro; hacer una escucha activa de lo que la otra parte nos cuenta para
entender sus circunstancias y sus razonamientos sin estar pensando en cómo
rebatirlos; analizar minuciosamente y de forma racional los pormenores de los
hechos antes de buscar las posibles soluciones…
Todo esto es difícil cuando lo que estamos defendiendo es algo en lo que nos va
la vida: nuestro puesto de trabajo, la custodia de nuestros hijos, terminar con
una situación de acoso escolar sobre un menor, involucrar al resto de la familia
en el cuidado de una persona dependiente, instalar en nuestro portal un
ascensor que necesitamos para poder salir de casa…
Estamos en el siglo XXI. El momento histórico que vivimos, con la situación de
crisis, la irrupción casi repentina de las nuevas tecnologías en todos los
ámbitos de nuestras vidas, la globalización, la deslocalización de empresas, el
paso de una sociedad industrial a una sociedad de servicios, las nuevas formas
de entender la familia y las relaciones personales -entre otras muchas cosas-
hacen que hoy no sirvan los mismos modelos de lucha , de reivindicación, de
defensa de nuestros derechos que eran válidos en otros tiempos.
Si queremos que las cosas cambien, no podemos seguir haciéndolas de la misma
manera.
Los trabajadores de
Tenneco de Gijón supieron entender esto.
En ningún momento tiraron la toalla ni dejaron de luchar ,pero lo hicieron de
otra manera. No recurrieron a la violencia en sus reivindicaciones. Buscaron,
entre otras cosas, la ayuda de las Instituciones Europeas y ésta se materializó
con la intervención de un MEDIADOR: el ahora reconocido Antonio Tajani,
Vicepresidente del Parlamento Europeo. Reconocido con una calle que lleva su
nombre en Gijón y “premiado”, no solo por los trabajadores de Tenneco
-protagonistas absolutos de esta historia- sino también por toda la ciudadanía y
por los representantes políticos y sociales que estuvieron presentes en el acto.
Hay quien opina que los políticos siempre “se suben al carro” para hacerse la
foto cuando las cosas van bien. Puede ser; no seré yo quien diga lo contrario.
Pero prefiero pensar que algo está cambiando. Quiero creerlo.
En la Mediación tenemos un modelo de resolución de conflictos basado en el
diálogo pacífico que tiene mucho que aportar a la sociedad del Siglo XXI en la
que estamos viviendo. Ojalá nuestros políticos sepan verlo y sean muchos los que
“se suban al carro” de la Mediación. Gracias, Antonio Tajani. |