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OPINION

 
Sobre la regulación legal de las viviendas de uso turístico
MADRID, 01 de SEPTIEMBRE de 2014 - LAWYERPRESS

Por Estela Durá. Abogada de Iuristax

Estela Durá. Abogada de IuristaxEstos días el tema de las viviendas de uso turístico ha dado mucho que hablar, en especial en Barcelona, uno de los destinos turísticos por excelencia: hemos visto marchas de vecinos indignados a causa de largas noches de insomnio provocadas por la actitud incívica de algunos turistas – el denominado por algunos turismo de borrachera- y su exigencia de que el Ayuntamiento imponga más control en este tema.

Quizá haya llegado el momento de plantearnos si la regulación de estas viviendas es la adecuada y/o suficiente y si este tipo de alquiler está fomentando una clase de turismo distinto al que sería deseable, sin olvidar la inseguridad jurídica que genera en las partes intervinientes.

Cataluña – nos centramos en su regulación ya que es la zona que está en el punto de mira en estos momentos- regula el alquiler y requisitos de este tipo de viviendas desde el año 2012. El Decreto 159/2012 exige a aquel propietario que pretenda alquilar su vivienda por estancias cortas, la comunicación previa de la actividad al Ayuntamiento de la localidad correspondiente,  donde se hará constar que la vivienda reúne las condiciones de habitabilidad e higiene necesarias, además de estar equipada con los enseres imprescindibles para su ocupación inmediata.

Esta condición – la habitabilidad-  debería ser un elemento crucial cuando hablamos de control de las viviendas turísticas. Más allá de la gravedad del fraude fiscal y el incumplimiento del Decreto que conllevan las viviendas turísticas encubiertas, debemos plantearnos la calidad de los alojamientos turísticos que estamos ofreciendo a nuestros visitantes. No creo, en modo alguno,  que toda vivienda de uso turístico “encubierta” carezca de las condiciones de habitabilidad mínimas pero sí que pueden existir casos en que así ocurra.  Esta falta de control por parte de las autoridades de parte de la oferta turística española puede hacer mucho daño al sector - no olvidemos la indiscutible importancia del turismo para nuestra economía: en el año 2013 el turismo aportó el 15,2% del PIB español-  ya que no dudo que existan casos de turistas que hayan contratado por internet el alquiler de una de estas viviendas basándose en las fotos publicadas en la web de turno para encontrarse, una vez pagado el alojamiento,  que la realidad es muy distinta.

También surge la cuestión del tipo de turismo que buscamos. Ofertas a bajo precio atraerán a un público – en general- más joven y deseoso de “pasárselo bien” que en muchas ocasiones acarrearán las consecuencias que hemos visto en la Barceloneta estos días.

Por último, existe el innegable perjuicio que ha causado a muchos vecinos en estos días este “turismo de borrachera”. Si bien es cierto que no se centra únicamente en las viviendas de uso turístico,  sí lo es que el perjuicio es más directo cuando la vivienda de uso turístico se encuentra en un inmueble de viviendas habituales. Los vecinos tienen un primer recurso para evitar estas situaciones, vetando en los estatutos de la comunidad la posibilidad de que alguna de las viviendas integrantes se destine a uso turístico. Además, siempre contarán con el recurso de quejarse, en caso de comportamientos no deseables por parte de los inquilinos de “temporada”, a la agencia o el propietario que alquila la vivienda y, en último caso, la policía. Me gustaría destacar que algunos propietarios de viviendas turísticas también pueden convertirse en víctimas de este fenómeno, ya que corren un alto riesgo en caso de haber alquilado su vivienda a inquilinos incívicos. En muchos casos, propietarios de buena fe que no esperan que sus inquilinos no respetan las normas mínimas de convivencia pueden ser objeto de fuertes sanciones como consecuencia de tales comportamientos: desde posibles inspecciones ante las quejas reiteradas de los vecinos, multas elevadas o, incluso,  la posible cesación de la actividad.

 La cuestión es si estas medidas son suficientes… A la vista de los últimos incidentes parece ser que no.

Puede que la solución pase por un mayor control de la calidad de este tipo de viviendas turísticas y, quizás, tal y como apuntan desde Cataluña, el que se concentren en inmuebles y no de modo aislado, sobre todo en determinadas zonas más conflictivas.

El tiempo dirá…

 

 

 

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