El
42%
de
todo
el
capital
obtenido
desde
los
últimos
test
de
stress
se
ha
captado
este
año
En
los
últimos
nueve
meses,
se
ha
emitido
un
32%
más
que
en
todo
el
año
previo
a
los
últimos
test
de
stress
El
25%
de
los
bancos
de
mercados
con
menor
capitalización
lograron
generar
capital;
la
mitad
de
ellos
consiguieron
el
75%
de
todo
el
capital
nuevo
obtenido.
Los
bancos
europeos
que
están
siendo
sometidos
a
test
de
stress
bajo
la
supervisión
del
Banco
Central
Europeo
(BCE)
en
el
marco
de
su
análisis
de
calidad
de
activos
(AQR,
por
sus
siglas
en
inglés)
han
captado
más
de
90.000
millones
de
euros
en
los
mercados
de
capitales
desde
los
últimos
test
de
stress,
que
se
realizaron
a
comienzos
de
2011;
el
42%
(34.700
millones
de
euros)
de
todo
ese
capital
se
ha
generado
en
este
último
año.
Los
bancos
de
países
europeos
con
menor
capitalización
concentran
el
77%
de
todo
el
capital
obtenido
en
2014,
por
lo
que
lideran
esta
carrera
para
emitir
capital
y
reforzar
así
sus
balances
a
fin
de
superar
los
test.
El
capital
generado
en
lo
que
llevamos
de
año
representa
un
aumento
del
32%
en
comparación
con
el
conjunto
de
2010
(el
año
anterior
a la
publicación
de
los
resultados
de
los
últimos
test
de
stress)
si
bien
persisten
los
temores
sobre
si
se
ha
hecho
lo
suficiente
y
si,
a
pesar
de
todo,
los
nuevos
test
revelarán
insuficiencias
de
capital,
de
acuerdo
con
un
nuevo
análisis
llevado
a
cabo
por
Linklaters.
En
un
contexto
caracterizado
por
el
aumento
de
los
préstamos
fallidos,
las
entidades
italianas
han
realizado
este
año
el
mayor
ejercicio
de
recapitalización,
captando
más
de
10.500
millones
de
euros,
seguidas
por
sus
homólogas
griegas
(8.300
millones
de
euros),
alemanas
(6.700
millones
de
euros)
y
portuguesas
(3.400
millones
de
euros).
En
palabras
de
Iñigo
Berrícano,
socio
de
Linklaters,
«está
por
ver
si
alguno
de
los
131
bancos
sometidos
a
revisión
no
superará
los
test,
si
bien,
después
de
tres
años
en
los
que
se
ha
producido
un
declive
de
emisiones
de
capital,
los
volúmenes
generados
este
año
muestran
claramente
la
aceleración
de
las
entidades
para
mejorar
su
capitalización
a
fin
de
recibir
el
visto
bueno
del
BCE».
Entre
2010
y
2013,
los
ratios
de
Common
Equity
Tier
1
(“CET1”),
que
se
usan
como
medidor
de
la
solidez
financiera
de
los
bancos,
mejoraron
por
término
medio
un
2%,
registrando
Irlanda
el
mayor
avance
(8%)
y
Chipre
el
menor
(–5%).
A
finales
de
2013,
nueve
jurisdicciones
(Italia,
Malta,
España,
Portugal,
Austria,
Francia,
Chipre,
Grecia
y
Eslovenia)
albergaban
bancos
con
un
coeficiente
medio
de
CET1
inferior
a la
media
europea,
del
13%.
Jorge
Alegre,
socio
de
Linklaters,
sostiene
que
«los
países
con
menor
capitalización
han
acudido
a lo
largo
de
2014
a
los
mercados
para
emitir
importantes
volúmenes
de
capital
y
así
fortalecer
su
posición
financiera».
A
pesar
de
que,
de
media,
el
42%
de
todo
el
capital
nuevo
generado
desde
los
últimos
test
de
stress
se
ha
obtenido
este
año,
en
el
caso
de
algunos
países,
la
proporción
ha
sido
significativamente
más
alta:
Chipre
ha
captado
este
año
un
74%,
Austria
un
71%,
Grecia
un
65%
y
Portugal
un
53%.
Italia
e
Irlanda
han
quedado
ligeramente
por
debajo
de
la
media
con
un
36%
y un
32%,
respectivamente.
«Si
nos
fijamos
en
la
proporción
de
capital
obtenido
desde
2011
con
respecto
a
los
activos,
la
última
ronda
de
captaciones
de
capital
ha
contribuido
a
que
Grecia
alcance
el
4%,
Chipre
y
Portugal
el
3%,
e
Italia,
Irlanda
y
Austria,
el
1%.»
No
obstante,
Iñigo
Berrícano
añade
que
«el
capital
nuevo
no
se
ha
generado
de
manera
uniforme
entre
todos
los
países
que
más
lo
precisaban.
De
los
66
bancos
ubicados
en
las
jurisdicciones
con
menor
capitalización
a
finales
de
2013,
el
25,7%
tuvo
éxito
a la
hora
de
emitir
capital
en
2014
e
incluso
dentro
de
este
grupo,
el
47%
obtuvo
el
75%
de
todo
el
capital
obtenido,
lo
cual
indica
que
algunos
bancos
podrían
presentar
insuficiencias
de
capital.»
«Los
test
de
stress
están
forzando
a
los
bancos
a
mejorar
su
capitalización
y,
por
ende,
se
espera
que
el
proceso
contribuya
a
restaurar
la
confianza
en
el
sistema
bancario
europeo
y,
con
el
tiempo,
a la
reactivación
d el
crédito.»
Tras
los
test
de
stress:
Tras
la
publicación
de
los
resultados
de
los
test
de
stress,
se
prevé
que
el
BCE
imponga
dos
plazos
clave.
En
caso
de
que
el
AQR
o el
escenario
de
referencia
de
los
test
de
stress
(aplicándose
ratios
CET1)
detecten
deficiencias
de
capital,
el
banco
en
cuestión
dispondrá
de
seis
meses
para
adoptar
medidas
correctivas.
De
detectarse
deficiencias
en
el
escenario
adverso
de
los
test
de
stress
(aplicándose
capital
adicional
de
nivel
1
hasta
los
límites
que
se
especifiquen),
la
entidad
en
cuestión
podrá
determinar
si
resulta
conveniente
emitir
capital
adicional
de
nivel
1
como
alternativa
o
complemento
a
una
emisión
de
derechos
o un
aumento
de
capital.
La
entidad
dispondrá
de
nueve
meses
para
adoptar
medidas
correctivas.
«Las
principales
opciones
para
los
bancos
que
se
dispongan
a
emprender
medidas
correctivas
o a
fortalecer
su
balance
son
los
aumentos
de
capital,
la
gestión
del
pasivo
(liability
management),
el
desapalancamiento
vía
venta
de
carteras
de
préstamos,
la
reestructuración
de
su
negocio
mediante
la
segregación
de
negocios
no
estratégicos
y su
venta,
la
no
distribución
de
dividendos
y la
acumulación
de
ganancias»,
afirma
Jorge
Alegre.
«Los
bancos
deben
presentar
sus
planes
de
capitalización
en
el
plazo
de
dos
semanas
desde
que
se
confirmen
los
resultados
para
su
evaluación
por
el
Supervisor
Único,
si
bien
el
mayor
reto
puede
ser
la
adecuada
adopción
de
medidas
correctivas
en
mercados
potencialmente
saturados
y
volátiles,
pues,
por
ejemplo,
podrían
limitarse
las
oportunidades
de
llevar
a
cabo
emisiones
de
capital
con
éxito»,
añade
Iñigo
Berrícano.
«Se
prevé
que
aquellos
bancos
que
no
tengan
acceso
a
los
mercados
y
que
requieran
de
recapitalización
directa
(que
no
indirecta
a
través
de
programas
estatales
de
asistencia)
puedan
hacer
uso
del
instrumento
de
recapitalización
directa
del
Mecanismo
Europeo
de
Estabilidad
de
apoyo
financiero
de
la
unión
bancaria.
Sin
embargo,
se
contempla
que
únicamente
se
pueda
recurrir
a
esta
herramienta
y a
procedimientos
de
recapitalización
con
fondos
públicos
en
circunstancias
excepcionales
y
cuando
no
se
disponga
de
recursos
privados»,
prosigue.
Un
total
de 8
bancos
—cinco
españoles,
dos
griegos
y
uno
austriaco—
no
superaron
los
últimos
test
de
stress.
En
el
caso
de
tres
de
ellos,
los
test
de
stress
dieron
paso
a
cambios
importantes:
las
entidades
captaron
capital
y
fueron
sometidas
a
procesos
de
reestructuración,
su
posición
de
CET1
mejoró
entre
2011
y
2013
hasta
en
cinco
puntos
porcentuales
(hasta
el
11%)
y
las
pérdidas
se
redujeron
considerablemente.
Los
otros
cinco
bancos
se
liquidaron
o
fueron
vendidos
a
otras
entidades. |