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Regreso al futuro: ¿el derecho penal y nuestra sociedad en 2050?
MADRID, 05 de NOVIEMBRE de 2014 - LAWYERPRESS

Por Alfonso Peralta Gutiérrez. Abogado

Alfonso Peralta GutiérrezEn 1989, hace justo 25 años se estrenó la segunda parte de la saga 'Regreso al Futuro', dirigida por Robert Zemeckis, producida por Steven Spielberg y protagonizada, al igual que las restantes entregas, por Michael J. Fox y Christopher Lloyd como Marty McFly y Doc, respectivamente, junto con Jennifer Parker (interpretada por Elisabeth Shue). El viaje en el tiempo de Marty, Doc y Jennifer con el DeLorean era esta vez hasta el año 2015, en concreto al 21 de octubre de 2015.

Es decir, dentro de un año. Si echamos la vista atrás, podemos comprobar como algunos inventos que sólo se concebían en la mente del director y quizás del productor, como las videoconferencias, el biodiesel, las redes sociales o las compras por internet ahora son algo habitual en nuestras vidas. Por lo que hoy, aprendices de Marty McFly, nos volveremos a subir en el Delorean a intentaremos imaginar cómo será 2050 y cómo nos afectará en el ámbito penal. ¿Serán los mismos delitos en el futuro que hoy? ¿Cuáles podrían desaparecer, cuáles pueden surgir?

Por lo que hoy, aprendices de Marty McFly, nos volveremos a subir en el Delorean a intentaremos imaginar cómo será 2050, y cómo nos afectará en el ámbito penal. ¿Serán los mismos delitos en el futuro que hoy? ¿Cuáles podrían desaparecer, cuáles pueden surgir?

Año 2014: Manuel y sus amigos organizan una fiesta el fin de semana en una casa rural. Manuel bebe más de la cuenta, mañana trabaja y coge el coche indebidamente. A los pocos kilómetros en un control de alcoholemia de la Guardia Civil supera la tasa de alcohol legalmente permitida. Se incoan diligencias urgentes en el Juzgado de Guardia, tras el atestado policial por delito contra la seguridad vial del Art. 379.2.

Año 2050: Manuel se dispone a arrancar el coche pero no se enciende. El vehículo ha detectado que supera la tasa de alcoholemia y no le deja conducir. A principios del s. XXI diversos países como Suecia, Francia, Estados Unidos, Canadá, Australia o Finlandia comenzaron a apostar por estos sistemas y las marcas comenzaron a experimentar y a introducirlos. Hace años el alcolock era una especie de etilómetro donde había que soplar, ahora los sensores del coche son capaces de detectar la embriaguez. De todas formas, ya todos los coches son “self-driving”, lo que comenzaron como prototipos de Google o Ford, se hicieron realidad en torno a 2020, generalizándose en 2030. Así, Manuel le dice al coche que le lleve a casa, y se duerme durante el trayecto. A la mañana siguiente le despierta su vecina tocando el cristal. Manuel ha dormido toda la noche en su coche aparcado en el garaje.

Año 2014: Antonio es transportista de grandes distancias. Hoy hace el trayecto Munich-Madrid. Ayer tuvo una mala noche, además estaba un poco resfriado y con malestar general. Lamentablemente, en un momento se queda dormido y colisiona con otro vehículo falleciendo sus dos ocupantes. Es responsable de dos homicidios imprudentes.

Año 2050: Antonio viaja en un convoy de camiones automatizado junto con otros vehículos de su compañía y de la competencia. Esto reduce los riesgos y ahorra combustible. Al encontrarse mal, y los sensores así se lo confirman, pasa a ser vehículo en cola, y es el primero el que dirige a los restantes del pelotón. Así puede descansar y llegar sano y salvo a su destino.

Año 2014: Una banda de atracadores altamente especializada roba a mano armada en una entidad bancaria los 20.000€ de la caja. Además de ser responsables de un robo con violencia e intimidación agravado del Art. 242, lo son de organización criminal.

Año 2050: Debido a la implantación del ecommerce y el pago móvil, el dinero físico dejó de existir hace muchos años. Ya no hay hurtos, robos, o falsificaciones de dinero en efectivo. Siguen cometiéndose estos delitos y han aparecido otros nuevos, pero a través de métodos más sofisticados y tecnológicos.

Año 2014: Ramón cultiva y vende su propio cannabis. En una operación policial es detenido por cometer estos delitos contra la salud pública.

Año 2050: Ramón tiene una tienda donde vende y exporta su cannabis de autocultivo con las licencias en regla, sus controles de calidad y paga sus impuestos.  El movimiento legalizador de la marihuana que comenzó en UruguayWashington, Colorado o México ha ido extendiéndose por distintos países. La propuesta que se hizo en 2014 en Nueva York de un elevado número de notables líderes internacionales, entre los que se encontraban varios expresidentes y el exsecretario general de la ONU, Kofi Annan, supuso un importante impulso en este sentido. Los estados tras muchos años y mucho dinero gastado en la lucha contra la droga se han ido inclinando por la regulación y la vigilancia.

Año 2014: La Interpol detiene a una organización criminal internacional que se dedicaba a comprar órganos de mendigos en países subdesarrollados y venderlos en países occidentales.

Año 2050: Las impresoras 3D se han popularizado y la creación de órganos in vitro y tejidos celulares está suficientemente desarrollada. Está técnica disminuye casi en su totalidad el riesgo de que los órganos sean rechazados por el cuerpo, además ya se crean nuevos medicamentos personalizados. La aplicación del Artículo 156 bis del Código Penal está en desuso.

Año 2014: El Estado islámico (ISIS) está cometiendo crímenes atroces que constituyan genocidio. Una coalición de 50 países liderada por Estados Unidos, está realizando ataques aéreos a través de bombardeos y utilizando drones.

Año 2050: Los satélites y drones privados de ONG’s y organizaciones civiles vigilan las zonas en conflicto, graban y computan los crímenes cometidos e identifican a sus responsables, facilitando su conocimiento y su persecución. También se utilizan por asociaciones ecologistas para la prevención y denuncia de delitos contra el medioambiente.

Como puede imaginar el lector, esto son solo ejemplos de pronósticos y elucubraciones. Algunos puede que se hagan realidad y otros no. Quizá en 2050 sea interesante volver la vista atrás y ver en qué quedó este artículo. Esto no significa que el que dejen de existir unos delitos no surjan otros distintos, lo que sí quiero reseñar es que algunos de los proyectos que actualmente se desarrollan pueden cambiar el mundo por completo tal y como lo conocemos. Cuando las aventuras de McFly y Doc se proyectaban en los cines, Internet comenzaba a desarrollarse, no existía el iPhone, ni las tablets, ni se había generalizado el GPS.  Google tiene 16 años, Facebook 10 y Twitter nació hace 8.

En el ámbito del derecho penal en 1989 no existían como tales en el ordenamiento español los delitos informáticos, ni la trata de seres humanos, el tráfico de órganos, algunos delitos contra la seguridad vial, el genocidio, ni los delitos de lesa humanidad ni la persona jurídica como sujeto activo penal. Ni siquiera existía nuestro Código Penal de 1995. ¿Cómo cambiará el mundo en los próximos 30 años? Y si todo esto nos da vértigo, Juan Martínez Barea calcula en su libro 'El mundo que viene' que en menos de una década tendremos la mayor globalización, hiperconectividad y aceleración tecnológica de toda la historia, superior a toda la del último siglo. ¡¡En sólo 10 años podríamos avanzar más rápido que en los últimos 100!!


																			

No sólo cambiarán las profesiones, los delitos, o 4.000 millones de personas de países emergentes se incorporarán a los mercados, sino que tenemos que cambiar las mentalidades, las prioridades, la formación y exigir una anticipación y más rápida y mejor capacidad de reacción a nuestras autoridades e instituciones si queremos que España sea un país competitivo, próspero, ilusionante y capaz de afrontar la gran cantidad de retos que vendrán.

Nuestros dirigentes han de plantearse un proyecto de futuro para España y la forma de solucionar no sólo los problemas sino también los que vendrán, y los profesionales y sociedad civil hemos de exigírselo.

Todo ello exige una política legislativa planificada, consensuada y ha de hacerse de una forma pausada, reflexionada e inteligente y no a golpe de titulares, impulsos y promesas partidistas a los que nos tienen acostumbrados y que tanto denunciamos. Martínez Barea afirma que en el futuro habrá dos tipos de países y dos tipos de profesionales: los preparados y los no preparados. ¿Cuáles queremos ser? ¿En qué tipo de país queremos vivir?

 

 

 

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