Fue
una
de
las
noticias
que
más
comentarios
ha
generado
este
fin
de
semana.
La
vocal
del
CGPJ,
Ángeles
Carmona
y
presidente
del
Observatorio
contra
la
violencia
de
género
de
esta
entidad,
incendió
Twitter
cuando
en
una
entrevista
en
RNE
en
la
que
hacía
una
valoración
de
los
diez
años
de
la
actual
Ley
Orgánica
contra
la
Violencia
contra
la
mujer,
indicó
la
necesidad
de
suprimir
el
piropo
de
nuestros
hábitos
sociales.
A su
juicio
esta
práctica
ya
generalizada
en
nuestra
sociedad
supone
una
invasión
a la
intimidad
de
la
mujer,
por
lo
que
defendió
la
importancia
eliminarlo,
aunque
sea
halagador.
Carmona
y su
comentario
fue
Trendingtopic
en
Twitter
ese
día,
con
infinidad
de
comentarios
que
revelan
que
esta
sugerencia
no
cayó
en
saco
roto.
Muchos
de
ellos
pedían
menos
frivolidad
y
más
medidas
para
frenar
la
violencia
machista.
Anualmente
se
presentan
150.000
denuncias
por
malos
tratos
aunque
parece
ser
que
es
solo
una
mínima
parte
de
las
situaciones
que
se
conocen.
Para
Carmona
la
violencia
de
género
es
fruto
de
actitudes
machistas
que
se
encuentran
en
la
conciencia
social
de
nuestro
país.
Polémicas
declaraciones
al
programa
“
Las
mañanas
de
RNE”
donde
en
una
extensa
entrevista
que
hace
una
valoración
de
estos
diez
años
de
lucha
contra
la
violencia
machista,
la
vocal
Carmona
señaló
la
necesidad
de
suprimir
este
tipo
de
comportamientos,
refiriéndose
al
piropo
que
menoscaban
la
imagen
de
la
mujer.
Casi
de
forma
inmediata
la
red
se
dividió
en
dos
bandos,
uno
que
censuraba
por
frívolo
este
tipo
de
comentarios
y
pedía
más
medios
para
luchar
contra
este
tipo
de
violencia
por
encima
de
todo
y
otra
corriente
que
aplaudía
el
comentario
de
la
presidenta
del
Observatorio
por
considerarlo
un
claro
exponente
machista.
Muchos comentarios censuran esas declaraciones por considerarlas inoportunas y reclaman más medios de verdad para luchar contra la violencia machista |
Desde
su
punto
de
vista
el
piropo
ha
sido
siempre
permitido
y se
ha
asumido
como
algo
normal,
pero
lo
cierto
y
verdad
es
que
supone
“una
invasión
en
la
intimidad
de
la
propia
mujer
porque
nadie
tiene
derecho
a
hacer
un
comentario
sobre
su
aspecto
físico",
ha
indicado
Carmona
en
una
entrevista
en
RNE,
al
ser
preguntada
por
el
famoso
vídeo
de
una
mujer
que
es
piropeada,
casi
acosada,
por
las
calles
de
Nueva
York.
Al
mismo
tiempo
recordó
que
en
ciudades
como
El
Cairo
las
mujeres
van
con
auriculares
y
tapones
"para
no
escuchar
los
comentarios
de
este
tipo
y
aunque
sean
bonitos,
buenos
y
agradables
y
sean
actitudes
absolutamente
permitidas
en
nuestra
sociedad,
deben
ser
erradicadas
y
debe
haber
mucho
más
respeto
por
la
imagen
de
la
mujer".
Sobre
los
datos
del
pasado
año,
51
mujeres
muertas
y
solo
16
denunciaron
el
tema
señaló
que
históricamente
la
violencia
contra
la
mujer
ha
sido
un
delito
consentido
por
la
sociedad
y
que
ahora
es
fundamental
la
implicación
de
toda
la
sociedad
para
frenar
su
escalada.
Recordó
que
es
fundamental
el
apoyo
de
la
familia
y
amigos
para
que
la
mujer
maltratada
dé
el
paso
y
denuncie
a su
agresor.
“El
procedimiento
judicial
es
arduo
y
complejo
y la
mujer
agredida
debe
sentirse
respaldada
desde
el
primer
momento”,
indicó.
Angeles
Carmona,
como
ya
indicará
a
nuestra
publicación
en
otro
contacto
con
nuestro
medio,
recordó
que
no
nos
podemos
permitir
que
una
mujer
que
denuncie
fallezca
a
manos
de
su
agresor
y
que
el
propio
Observatorio
había
estudiado
cada
caso
de
mujer
fallecida
que
sí
había
denunciado.
“A
veces
solo
se
tiene
el
testimonio
de
la
mujer
para
condenar
a su
maltratador”,
recuerda.
Al
mismo
tiempo
señalo
que
el
uso
de
las
redes
sociales
también
ha
servido
para
crear
otra
forma
de
violencia
tanto
en
el
acoso
como
cuando
se
suben
imágenes
sin
consentimiento
de
la
víctima
a
Internet.
Por
otra
parte,
Carmona
se
refirió
al
porcentaje
de
denuncias
falsas
que
llegan
a
los
juzgados
por
violencia
machista
y ha
recordado
que
en
este
tipo
de
delito
solo
suponen
un
0,1%
de
las
condenas.
“Todos
los
años
en
la
memoria
de
la
FGE
aparecen
las
condenas
realizadas
por
este
asunto,
En
la
última
el
porcentaje
es
mínimo,
inferior
al
número
de
falsos
testimonios
de
cualquier
otro
delito”;
recordó.
A su
juicio
estamos
ante
un
mito
acreditativo
de
la
resistencia
tan
grande
que
todavía
existe
en
la
sociedad
de
dar
pasos
adelante
(para
erradicar
la
violencia".
Una
ley
revolucionaria
e
integral
Angeles
Carmona
hizo
su
valoración
del
decimo
aniversario
de
la
Ley
Integral
contra
la
Violencia
de
Género
para
destacar
los
“beneficios
importantísimos
en
la
lucha
por
la
igualdad
entre
hombres
y
mujeres”
que
supuso
su
aprobación.
Además
señaló
el
carácter
revolucionario
de
esta
Ley
Orgánica,
aprobada
por
unanimidad
en
el
Parlamento
que
aborda
esta
lacra
social
como
“vulneración
de
los
derechos
humanos
desde
el
punto
de
vista
integral,
tanto
a
nivel
punitivo
como
prevención.
“
Recordó
también
la
puesta
en
marcha
de
juzgados
y
fiscalías
especializados
en
violencia
contra
la
mujer
que
están
ayudando
mucho
a
combatir
este
problema.
Al
mismo
tiempo
subrayó
que
esta
visualización
integral
de
un
problema
como
la
violencia
de
género
ha
sido
algo
muy
novedoso
e
imitado
en
países
en
nuestro
entorno",
explicó.
La
presidente
del
Observatorio,
como
ya
anticipó
hace
días
a
nuestro
medio
de
comunicación,
encabeza
un
grupo
de
trabajo
de
cara
a
ver
posibles
cambios
en
esta
Ley
Orgánica,
como
en
el
resto
de
normativa
relacionada
con
este
asunto,
en
este
caso
Código
Penal,
donde
aparecerá
el
nuevo
tipo
penal
de
acoso
u
hostigamiento
al
igual
que
la
manipulación
de
las
pulseras
electrónicas
o la
libertad
vigilada,
además
de
reformas
de
la
asistencia
jurídica
gratuita
. A
este
respecto
reconoció
que
una
de
las
propuestas
que
el
CGPJ
ha
valorado
favorablemente
en
este
horizonte
de
cambio
es
el
poder
añadir
en
el
artículo
1 de
la
citada
ley
a
los
menores
como
víctimas
directas
de
la
propia
violencia
de
género.
A su
juicio,
hasta
ahora
han
sido
los
grandes
olvidados.
Por
último,
se
mostró
a
favor
de
que
los
maltratadores
condenados
con
sentencia
firme
no
puedan
tener
acceso
a
las
visitas
de
sus
hijos,
ya
que,
en
su
opinión,
"y
en
la
de
muchos
expertos",
los
hijos
de
maltratadores
sufren
secuelas
psicológicas
de
tanta
magnitud
como
si
fueran
realmente
abusos.
"Un
maltratador
nunca
puede
ser
un
buen
padre
y,
por
lo
tanto,
no
puede
visitar
a
sus
hijos",
dijo.
ver comentario de Susana Gisbert |