En
aquel
Derecho
Romano
de
Cicerón,
luego
en
las
Partidas,
más
tarde
en
la
Edad
Media
y
con
posterioridad
en
el
arranque
de
los
Colegios
Profesionales
allá
por
el
siglo
XVIII,
la
figura
del
abogado
siempre
ha
cumplido
un
papel
social
y
tenido
su
lugar
en
cualquiera
de
las
sociedades
en
las
que
coexistiese.
“Historia
de
la
Abogacía
Española”;
una
obra
coordinada
por
el
secretario
de
la
RAE;
catedrático
y
abogado,
Santiago
Muñoz
Machado
hace
un
análisis
en
profundidad
en
sus
más
de
2000
páginas
por
el
papel
del
abogado
en
cada
uno
de
los
momentos
que
le
tocó
vivir.
Acto
solemne,
en
el
que
tuvimos
la
oportunidad
de
ver
a
los
diferentes
operadores
jurídicos
bien
representados.
A lo
largo
del
mismo
tomaron
la
palabra,
Javier
Moscoso,
presidente
del
Consejo
Editorial
de
Aranzadi,
el
propio
Muñoz
Machado
relatando
brevemente
cómo
se
gestó
la
obra,
Carlos
Carnicer
presidente
del
CGAE
y
Rafael
Catalá,
Ministro
de
Justicia
quien
alabó
el
trabajo
de
nuestros
abogados
como
defensores
de
los
derechos
de
los
ciudadanos.
Entre
el
público,
muchos
profesionales
del
mundo
de
la
justicia
y la
presencia
del
expresidente
del
Gobierno
Rodríguez
Zapatero,
con
quien
los
periodistas
pudimos
hablar
de
forma
relajada
tras
el
final
del
acto.
Ir a
la
RAE
es
saber
que
hay
un
acto
de
primer
nivel
en
el
que
participan
expertos
y
profesionales
de
ese
calado.
Nuestra
Real
Academia
de
la
Lengua
volvió
a
ser
el
punto
de
encuentro
de
abogados,
fiscales,
vocales
del
CGPJ,
magistrados
del
Supremo
y
miembros
del
Consejo
del
Estado,
deseosos
de
conocer
esta
nueva
obra
jurídica
que
profundiza
en
el
papel
de
los
abogados
a lo
largo
de
su
historia.
Javier
Moscoso
felicitó
a
los
más
de
cuarenta
autores
que
han
trabajado
para
hacer
posible
esta
“idea
del
Consejo
General
de
la
Abogacía
Española”.
“Es
un
libro
imprescindible
—continuó
el
presidente
del
Consejo
Editorial
de
Aranzadi
tras
explicar
sus
características—,
no
solo
para
conocer
la
historia
de
la
abogacía,
sino
también
para
conocer
la
historia
política
y
social
de
España.
El
libro,
en
el
que
han
participado
más
de
40
autores,
ha
sido
dirigido
y
coordinado
por
Santiago
Muñoz
Machado,
secretario
general
de
la
RAE,
catedrático
y
abogado,
quien
como
hemos
comentado
antes,
no
tuvo
reparos
en
hacer
una
breve
reseña
de
la
evolución
de
la
figura
del
abogado,
que
en
la
lejana
Roma,
bastaba
con
su
juramento
del
cargo
para
ejercer
como
tal,
hasta
los
momentos
actuales,
donde
aparecen
los
Colegios
Profesionales
y la
nueva
regulación
de
la
profesión.
Por
su
parte,
Muñoz
Machado
—quien
en
su
intervención
hizo
un
breve
repaso
del
contenido
del
libro
explicó
que
los
dos
volúmenes
“recorren
la
historia
de
la
abogacía
desde
Roma
hasta
la
actualidad
y
analiza
incluso
los
retos
derivados
de
la
europeización
y
globalización
de
la
profesión”.
Una
profesión
en
la
que
el
buen
uso
de
la
lengua
resulta
esencial.
Santiago
Muñoz
Machado
subraya
en
el
prólogo
de
la
obra
cómo
“los
abogados
españoles
convirtieron
el
buen
decir
en
uno
de
sus
deberes
profesionales”.
Y es
que
la
palabra,
el
concepto
de
orador
del
letrado
ha
sido
una
de
las
principales
herramientas
que
utilizaron
desde
su
concepción
como
profesión.
Carnicer
destacó
en
su
intervención
el
reto
que
asumen
para
los
abogados
el
uso
de
las
nuevas
tecnologías
y
afirmó
que
“la
abogacía
marca
el
paso
tecnológico
por
delante
de
otras
profesiones,
especialmente
las
jurídicas,
en
España
y en
Europa”.
De
hecho
el
próximo
Congreso
de
la
Abogacía
que
tendrá
lugar
en
Vitoria
del
6 al
8 de
mayo
tendrá
una
ponencia
central
sobre
ese
abogado
3.0
que
surge
a
raíz
del
impacto
de
la
tecnología
en
la
propia
manera
de
ejercer
la
abogacía.
También
recordó,
el
presidente
del
CGAE,
que
los
cambios
a lo
largo
de
la
historia
de
la
Abogacía
se
han
producido
“respondiendo
a
las
necesidades
de
las
personas;
creando
servicios
sociales
que
son
admirados
en
el
mundo
y
siempre
en
favor
de
los
más
débiles.
Se
abre
un
mundo
nuevo
que
tendrá
que
tener
en
cuenta
la
historia
de
la
Abogacía
y
para
ello
“necesitamos
las
instituciones
de
la
Abogacía”,
finalizó.
Y es
que
la
abogacía
española
siempre
ha
estado
por
delante
de
muchas
de
las
necesidades
de
la
sociedad.
Por
último,
Rafael
Catalá,
Ministro
de
Justicia,
alabó
el
trabajo
hecho
por
todos
estos
profesionales
coordinados
por
Muñoz
Machado:
“este
verdadero
manual
de
consulta,
una
auténtica
enciclopedia,
que
abarca
más
de
veinte
siglos
y
nos
ofrece
una
mirada
profunda
a
través
de
otros
ámbitos,
de
la
cultura
y la
sociedad
española,
como
en
los
capítulos
dedicados
al
abogado
en
la
literatura
y en
el
cine”.
Catalá
busco
una
frase
de
Voltaire
para
acabar
su
exposición
que
causó
gran
impacto
“Yo
hubiera
querido
ser
abogado,
pues
es
la
mas
bella
profesión
del
mundo"
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