La Comisión de Protección de los Derechos de los Animales (CPDA) del Colegio de la Abogacía de Barcelona celebra el éxito del uso de pienso medicalizado con nicarbacina para controlar la población de aves en Barcelona y recomienda su uso a otras localidades catalanas que sufran esta problemática.
La CPDA ha estado trabajando desde hace más de 5 años para que el Ayuntamiento de Barcelona adoptara un método para controlar la población de palomas, tórtolas, cotorras y gaviotas que sea a la vez legal, ético, efectivo y con el mínimo coste posible.
La solución la encontró con el uso del pienso medicalizado con nicarbacina, un sistema que ha sido utilizado en varios países de Europa, como Italia y Holanda con éxito, ya que han conseguido reducir la población de aves y el control de la ubicación de las mismas, colocando dispensadores de pienso en lugares estratégicos para alejar los animales de las zonas de presencia conflictiva.
La aplicación de este método en la ciudad de Barcelona ha tenido unos resultados muy importantes, así lo indica el estudio realizado por la Universidad Autónoma de Barcelona entre los años 2017-2019 que establece que en un año y medio se ha reducido en un 50,9% la población de palomas presentes en la ciudad de Barcelona, el alejamiento de las aves de las zonas de conflicto y la redistribución de tórtolas y cotorras. El estudio también considera que en 2021 la población de palomas en Barcelona disminuirá un 70%.
Desde la CPDA del ICAB también se recuerda que el uso de pienso medicalizado con nicarbacina consigue reducir la población de aves sin tener que recurrir a matarlas; un sistema que no solo es ilegal de acuerdo con la normativa vigente actual -como el decreto 254/2000, de 24 de julio, de métodos de eutanasia para animales donde queda expresamente prohibida la aplicación del método de monóxido y dióxido de carbono, o bien la directiva de aves de la Unión Europea sobre la protección de especies, transpuesta al ordenamiento jurídico español mediante la Ley 42/2007, 13 de Diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, donde el artículo 54.4 establece: «Queda prohibido dar muerte, dañar, molestar o inquietar intencionadamente a las aves, sea cual sea el método empleado o la fase de su ciclo biológico». Matarlas también es un método poco efectivo, ya que genera el efecto contrario, la población de aves se reproduce más rápido y por lo tanto aumenta.
El uso de pienso medicalizado también tiene un coste a medio plazo más económico que exterminar, ya que se puede hacer el tratamiento durante dos años y los dos años siguientes dejar «descansar» o de aplicar sobre la población de animales que se quiere controlar.
Todas estas ventajas reconocidos y demostrados después de la aplicación por parte del Ayuntamiento de Barcelona del uso de pienso medicalizado con nicarbacina en la población de aves de Barcelona y el hecho de que este método tiene también el reconocimiento del Departamento de Medio ambiente, Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat es lo que hace que la Comisión de Protección de los Derechos de los Animales del ICAB recomiende a todas las poblaciones catalanas que tengan esta problemática la aplicación de este sistema.
