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“Siempre quise estudiar Derecho pese a que en casa me hablaban de hacer carreras cortas. En aquella época, mediados de los setenta, los hombres hacían carrera y las mujeres se casaban. Al final me matriculé en la Complutense. Reconozco que una parte de mi vida la dediqué a la abogacía y a combatir ciertas leyes. Luego, gracias al cuarto turno pude cumplir mi vocación de ser juez desde el 2000 en la jurisdicción social”. Este es un breve semblante que nos ofrece Inmaculada González de Lara, hoy magistrada de lo social del juzgado 38 de Madrid. “Siempre fui una juez vocacional de verdad, creo que siendo juez de instancia puedes hacer mucho por la justicia. La justicia social es muy inmediata con juicios verbales poco formalistas con la contradicción como bien supremo en la igualdad de partes.” Ahora es una de las protagonistas de esta Cumbre de Mujeres Juristas del próximo viernes. “ Los jueces de lo social no podemos conciliar con el ritmo de trabajo que llevamos. Esta semana haré 14 sentencias, lo que me impide tener el descanso necesario como cualquier otro trabajador”, indica. Avanzamos en la conversación desterrando mitos de la jurisdicción social, “no creo que los empresarios estén vendidos en un pleito frente a sus trabajadores como se quiere hacer ver desde diferentes instancias. Los jueces aplicamos las leyes por encima de todo y no inclinamos nuestro corazón hacia ningún lado. Es imposible actuar al margen del derecho”, explica. Y añade que la propia jurisdicción social es tuitiva, esto es, protectora de la parte más débil de la relación laboral que suele ser el trabajador “de esta forma muchas leyes procesales favorecen la postura del trabajador frente al empresario. Así ha sido en los últimos cuarenta años. “También el derecho laboral es heterónomo, es decir, algunos derechos de los trabajadores no pueden renunciar porque surgen de la propia norma, a partir de ahí, la contradicción, igualdad y normas son igual para todos”, subraya. González de Lara advierte que hay un antes y un después de la reforma laboral en nuestro país: “Seguimos creando leyes atractivas pero sin medios para aplicarlas. Esta reforma facilita el despido y restringe los derechos de los trabajadores pero lo que no ha se ha modificado es su capacidad de recurrir”. Y así los pleitos han crecido de forma exponencial, En un juzgado como el suyo acabará este año con más de 1500 sentencias puestas “Estamos en una verdadera avalancha y faltan jueces que nos ayuden a solventar estos casos que llegan. Hay jurisdicciones que han reducido sus casos pero no se reequilibran los recursos, de tal forma que pudieran ayudarnos jueces de otras jurisdicciones en nuestro trabajo”, indica Hablar de la reforma supone profundizar en la realidad de un país en crisis como el español, donde ahora incluso esta normativa espera otros cambios para actualizarse a los nuevos tiempos “Por desgracia se legisla a golpe de oportunidad y no siempre es malo porque hay que darse cuenta que la oportunidad es un bien. Eso sí, se legisla de forma deficiente lo que genera muchos problemas de interpretación.” Y así indica como la reforma laboral de febrero del 2012 se ha corregido en julio de este año que incluyo una sentencia del Tribunal de Estrasburgo sobre la jubilación de los trabajadores a tiempo parcial “Es fundamental crear seguridad jurídica en este tipo de jurisdicción; es el caso de cuando se suprimió en la reforma citada la autoridad administrativa para los expedientes de regulación de empleo; la ley era tan deficiente que generaba interpretaciones de los jueces dispares”. Faltan mujeres en los Altos Tribunales En este contexto jurídico en el que nos movemos ya es habitual que la presencia de la mujer supere al hombre desde las propias Facultades de Derecho. Una visita a la Escuela Judicial de Barcelona también corrobora la misma situación. Sin embargo, no es usual ver a mujeres en altos puestos de la judicatura:”Es curioso pese a que la base de la pirámide de la judicatura es mujer su progresión se va deteniendo a mayor responsabilidad en su puesto. Es el caso de la Sala Segunda del Supremo donde no hay ninguna compañera, situación que se ve en otros TSJ autonómicos”. Desde su punto de vista la solución a esta situación no es sencilla aunque pudiera pasar por la implantación de cuotas :”Desgraciadamente no hay candidatas para presidir TSJ cuando surge la oportunidad y es que las mujeres jueces tienen tanto trabajo que ven que no pueden con esta nueva responsabilidad”, subraya. A este respecto nuestra entrevistada recuerda como se la busco para que formara parte del Consejo Consultivo de Castilla La Mancha, un órgano similar al Consejo de Estado en el que estuvo durante siete años en el periodo que va del 2004 al 2011, en aquel momento estaba en un juzgado de lo social en Albacete para en septiembre del 2011 ocupar plaza en Madrid en su actual puesto del juzgado 38 también de lo social. “Los jueces de lo social no podemos conciliar con el ritmo de trabajo que llevamos. Esta semana haré 14 sentencias, lo que me impide tener el descanso necesario como cualquier otro trabajador”, indica. Ni siquiera las medidas aprobadas desde el CGPJ para que los jueces tengan una carga de trabajo máximo por materia de salud han servido para parar esta avalancha de temas ¡”Hablaban de 650 a 800 asuntos máximo en lo social y es posible pasar la barrera de los 1.500 asuntos en diciembre.” En esta tesitura González de Lara ve lógico que todas las partes estén enfadadas y no entiendan los retrasos que existen en la jurisdicción social. Ahora incluso se señalan despidos para dentro de un año. “Es evidente que la justicia no pasa por su mejor momento pero no se puede dudar de la independencia de cada uno de los jueces que trabajamos. Nadie interviene en su trabajo. Otra cosa es la reforma del CGPJ que se está planteando que quitaría muchas responsabilidades a esta institución. No se puede olvidar que estos nuevos vocales son realmente quienes nombran a los profesionales que están en tribunales superiores, donde se revisan los casos, y ahí puede haber problemas”, comenta. Esta magistrada no oculta que ni con este Consejo ni con los anteriores los propios jueces se han sentido representados, de ahí que el pasado mes de mayo suscribiera un Manifiesto por la Independencia Judicial junto otros compañeros de toda España. Respecto a esta Cumbre de Mujeres Juristas que empieza el próximo viernes y de la que es protagonista principal como ponente en el panel de Mujeres y Admon de Justicia, esta magistrada confiesa que su ilusión por la puesta en marcha del evento. “Pese a que ando mal de tiempo no podía negarme a participar. Me alegro de veras que ya se haya puesto el cartel de aforo completo a estas jornadas. Creo que si Sonia Gumpert ha decidido poner en marcha este evento es porque valora mucho el trabajo de otras mujeres que hemos ido por delante de ella, y se lo agradecemos sinceramente”. Y es que los tiempos cambian tanto que ahora no es raro ver en las tarjetas de muchas juristas la palabra abogada, cuando años atrás no se tomaba en consideración este concepto. “Por desgracia la visión práctica de la mujer no está incorporada aún a los contenidos de la justicia. Nosotras cuando acabamos una reunión procuramos optimizar el tiempo, hacer las cosas más sencillas que los hombres.”, Y recuerda como la ley 30/2003 no se aplicó hasta que llegó José Luis Rodríguez Zapatero al poder en el 2007. Se trataba que todas leyes tuvieran un informe de impacto de perspectiva de género, cuestión que no se logró en ese periodo de tiempo. Contar con las mujeres y que ganen en visibilidad son dos cuestiones que preocupan a Inmaculada González de Lara, magistrada de lo social en Madrid, que recuerda con tristeza cuando el propio Zapatero eliminó el Ministerio de Igualdad al hilo de diferentes criticas recibidas desde Bruselas y otros entornos. “Realmente nos sorprendió a todas que los recortes empezaran por esa entidad que pretendía impulsar la igualdad en nuestro país. Aún en estos tiempos cualquier cosa que haga una mujer es el centro de todos los dardos y no debería ser así en pleno siglo XXI”, denuncia. Y se acuerda de las críticas feroces que recibió Ana Botella, alcaldesa de Madrid, y persona que inaugurará estas Jornadas por su mal inglés durante la presentación de la candidatura de nuestra ciudad a los Juegos del 2020. “ Seguro que si hubiera sido un hombre no hubiera tenido tan malos comentarios. Es necesario romper con este tipo de iniciativas que van en contra de la mujer.”, finaliza.
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