“Más de 5.000 nuevos empleos y una inversión adicional de unos 1.000 millones de euros en el ecosistema Fintech”. Este es el cálculo que la Asociación de Fintech e Insurtech en España (AEFI) ha hecho tras la aprobación por parte del Consejo de Ministros, el pasado viernes 22 de febrero, del ante proyecto de Ley que contiene el llamado Sandbox, un espacio controlado de pruebas para nuevos proyectos financieros de base tecnológica.

Núria Ribas / @oikit

Las Fintech cambiarán para siempre el modelo de banca tradicional / Jonas Leupe

El problema es que estos cálculos serán realidad dos años después de la aplicación real del Sandbox, algo que depende de su tramitación – y aprobación – en las Cortes. Esta tramitación, tras la convocatoria electoral del 28 de abril, va para largo. Fuentes del sector reconocen que es un tiempo precioso perdido y que hubieran preferido que el Ejecutivo aprobase un decreto ley (convalidable rápidamente por la Diputación Permanente), en vez de un AnteProyecto de Ley.

Aun así, AEFI se muestra encantada por el paso que se ha hecho. Su presidente, Rodrigo García de la Cruz, asegura que “su aprobación supone una gran satisfacción. Será un catalizador de la innovación del sistema financiero y dará mayor seguridad jurídica al consumidor en España”.

El Sandbox es una pieza fundamental para el desarrollo ordenado y seguro de los nuevos negocios financieros basados en la tecnología. Lejos del sector financiero tradicional, tanto las Fintech como las Insurtech aportan muchas ventajas para el cliente (rapidez, menos burocracia, menos costes), pero también generan cierta incertidumbre tanto entre la ciudadanía como entre los supervisores financieros.

De hecho, ya han saltado a la luz diversas estafas relacionadas con las Fintech, aprovechando su entorno tecnológico y la falta de filtros actuales. Penalistas como Juan González Ospina, socio director de Ospina Abogados, especializado en el sector financiero digital, avisan de la facilidad con la que, a través de algunas de estas plataformas, se puede cometer fraude.

Evitar esto y dar seguridad y reputación a la mayoría de las empresas Fintech, que sí hacen bien su trabajo, es uno de los objetivos de la AEFI. Por eso la insistencia en aplicar el Sandbox cuanto antes.

Y también por un motivo de pura competencia: los operadores norteamericanos, pero también asiáticos, están al caer dentro del ecosistema financiero digital español. Y eso sería una muy mala noticia para las empresas españolas. “Resulta fundamental avanzar con el Sandbox para, entre otras cosas, evitar también la fuga de talento hacia otros espacios regulados que ya se han creado en diferentes países”, apunta Rodrigo García, presidente de AEFI. “España tiene los mimbres para ser uno de los mejores ecosistemas Fintech del mundo, pero todavía contamos con un gran potencial de crecimiento”.

¿Qué es el Sandbox?

El Sandbox es un espacio controlado de pruebas donde los promotores de proyectos tecnológicos de base financiera podrán testar su proyecto con el supervisor de compañero. Así, el innovador sabe cuál es la interpretación del supervisor, de manera que antes de salir al mercado (con el alto coste que eso supone para la empresa) tiene la reacción del supervisor a su proyecto.

“Representa, básicamente, experimentar un nuevo producto o plataforma financiera antes de que salga al mercado, sin que genere peligros ni para el innovador, ni para el consumidor”, resumen desde el Ministerio de Economía.