A finales de 2020 Carmen Bascarán volvió a España, después de haber asumido la dirección internacional de ONTIER durante 6 años desde su oficina de Londres (UK). Una destacada mercantilista que decidió abandonar la práctica jurídica para ocuparse de la gestión de un despacho que apuesta por la globalidad -actualmente tiene oficinas en 13 países- sin perder la cercanía de lo local. Con la mirada puesta en ser el referente legal mundial en Latinoamérica en los próximos años Carmen Bascarán asume la dirección general de ONTIER con un explícito compromiso con la igualdad de oportunidades en el despacho y con la intención de superar modelos tradicionales de gestión para ser una firma diferente en la que el cliente sienta el acompañamiento de quien entiende su negocio más allá de etiquetar nacionales o sectoriales.

Carmen Bascarán

Carlos Capa / @capa_carlos

Pregunta: Hace unas semanas fue nombrada directora general de ONTIER ¿Qué supone para usted este nuevo reto en el despacho?

Respuesta: El dinamismo y la flexibilidad de ONTIER me ha permitido vivir diferentes momentos en el despacho. Desde mi trayectoria como abogada recorriendo el camino desde junior a socia de Mercantil, a asumir responsabilidades en la gestión de la firma.

Estamos dando un salto cualitativo en la organización con un replanteamiento estratégico de nuestras prioridades. Mi etapa en la oficina de Londres desarrollando las oficinas fuera de España ha sido muy enriquecedora para ahora poder asumir esta nueva responsabilidad con la mirada siempre puesta en la apuesta de ONTIER por ser un despacho global. Es una gran oportunidad trabajar en este proyecto que desarrollaremos en los próximos años de forma completa.

P: En la semana que se celebra el Día Internacional de la Mujer ¿Cómo es ONTIER en materia de igualdad?

R: Desde luego se puede hacer más en el sector legal y también en ONTIER. Yo nunca he tenido un techo de cristal en el despacho, pero algo más hay que hacer para ofrecer al talento femenino un escenario más apetecible acceder a puestos directivos. En este sentido las oportunidades de conciliación son imprescindibles ya que es cierto que la dedicación a estas responsabilidades exige mucho. ONTIER tiene que transmitir a todos los que se incorporan a la firma que la compañía confía en que lleguen hasta dónde quieran llegar y debemos cuestionarnos constantemente nuestras políticas internas para que nadie tenga que sacrificar su desarrollo personal o familiar con alcanzar los puestos a los que quiera aspirar. Ciertamente es un problema complejo y todavía nos queda por hacer para que todo el talento que tenemos, el femenino en particular, no se pierda para el camino.

P: ¿Hay presupuestos diferentes en el desarrollo de la carrera profesional entre hombre y mujeres?

R: Desde luego existe esa situación, pero las generaciones actuales de mujeres demuestran una gran ambición y menos complejos. Como empresa debemos estimular desde el primer momento la capacidad de progreso y de alcanzar puestos directivos.

Si una mujer quiere ser socia de ONTIER no puede sentir miedo al vacío, porque en el despacho le habremos de haber dado las herramientas y la confianza para serlo sin que su condición sea en ningún caso un obstáculo.

P: Hombres y mujeres pueden enfrentar su trabajo con diferentes perspectivas ¿Cómo se integran esa diversidad?

R: Es una respuesta compleja. En mi desempeño profesional siempre he trabajado en equipos mixtos y creo que la clave está en la cultura de la empresa. Qué el trabajo en equipo sea tan importante como la capacitación técnica impregna una cultura que hace fácil trabajar en común. La integración grupal es más fácil si el respeto y las dinámicas colaborativas forman parte de la forma de trabajar, como sucede en ONTIER.

P: En un momento de gran movimiento de profesionales entre las empresas del sector legal ¿Qué ofrece ONTIER para captar talento?

R: Desde luego mucha transparencia. El talento joven quiere saber cuál es su expectativa en la carrera profesional y cuál es su techo. En ONTIER no hay techo, la globalidad no tiene un límite. Las personas que se incorporan al despacho ya sea en Chile, Italia o España tienen una expectativa global de crecimiento. Un abogado de ONTIER no se centra en su oficina sino en mirar más allá de su ubicación.

P: ¿Cómo ve a ONTIER en el medio plazo?

R: A cinco años vista queremos dar un gran salto. Queremos ser el despacho de referencia mundial en Latinoamérica. Pero el gran salto va a ser el plan de carrera: equipos multidisciplinares y áreas de trabajo global. El cliente tiene un equipo que entiende en 360 grados sus intereses y su negocio. Es una forma vertical de entender la prestación de servicios jurídicos: nos interesa el cliente y acompañarle en todo lo que necesite sin que sea determinante el dónde.

P: ¿Una nueva forma de entender la prestación de servicios jurídicos?

R: Sin duda. Queremos superar los conceptos clásicos de departamentos y jurisdicciones. Áreas como Energía o Derecho Digital en las que somos muy potentes trabajan en esa dirección. El cliente quiere que, por ejemplo, su fiscalidad tenga un tratamiento global, como es global su negocio. En esa dirección estamos trabajando para que el cliente siempre sepa que estamos cerca de él sin que modelos organizativos anticuados perjudiquen sus intereses.