Juan Carlos Campo ha tomado ayer posesión de su cargo como ministro de Justicia en un acto celebrado en el Palacio de Parcent, con la presencia de su predecesora, Dolores Delgado, quien le ha entregado la cartera del Ministerio de Justicia. El acto ha sido envuelto en polémica al conocerse el nombramiento de la ya ex ministra como Fiscal General de Estado.
Hans A. Böck / @LP_Hans
Durante su intervención, Juan Carlos Campo ha agradecido al presidente del Gobierno la confianza depositada en él y se ha comprometido a aunar esfuerzos con las administraciones competentes, órganos judiciales y la sociedad civil para alcanzar “un gran acuerdo” que permita “vertebrar un nuevo modelo de Justicia”. El objetivo, ha dicho el ministro, es ofrecer a la ciudadanía “lo que reclama”: una Justicia más cercana, “más entendible” y capaz de dar una respuesta “en tiempo razonable”. El esfuerzo de todos es el que nos va a llevar hacia una Administración de Justicia “pronta y eficaz”, ha subrayado.
Al acto de toma de posesión del nuevo ministro de Justicia han acudido, además de numerosas personalidades del mundo judicial, la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera; la ministra de Defensa, Margarita Robles; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; y el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes.
De Ministra de Justicia a FGE
Mientras la Unión Progresista de Fiscales agradecía a María José Segarra Crespo su labor como Fiscal General del Estado recalcaba que la FGE designada, Dolores Salgado defendía “la autonomía de la Fiscalía como ministra de Justicia, evidenciada en la posición procesal mantenida por el Ministerio Público en relevantes procedimientos penales y en los nombramientos discrecionales realizados en la Fiscalía durante la última etapa, evidencia su respeto a la imparcialidad y legalidad como principios inspiradores de nuestra institución.”
Mientras la Asociación de Fiscales “desde el respeto profesional y personal que le merece quien ha sido compañera de Carrera, muestra su malestar y preocupación por la imagen de politización y falta de independencia e imparcialidad trasmitida al colocar en la cúspide de la Carrera Fiscal a una persona que ha sido Ministra de Justicia hasta hace pocas horas.”
En parecidos términos la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales, en relación con el nombramiento de Dolores Delgado como Fiscal General del Estado, manifiesta “su sorpresa por el nombramiento. Es la primera ocasión en que un Ministro del Gobierno deja el cargo para asumir la dirección de la Fiscalía, y por lo pronto este nombramiento no traslada a la ciudadanía la apariencia de autonomía del Ministerio Fiscal, ni presenta la Fiscalía General del Estado como algo diferente de la Fiscalía General del Gobierno. Dolores Delgado ha sido fiscal durante muchos años y conoce la Carrera y los principios por los que se rige la institución, que no son los que exige una actuación de Gobierno. Si se atiene a los principios de imparcialidad y legalidad, puede ser una buena Fiscal General, aunque recordamos que como Ministra no resolvió problemas fundamentales de la Fiscalía española. Pero si viene con misiones políticas, si viene a la Fiscalía a cumplir una encomienda política, algo que desconocemos y tampoco queremos suponer, se va a equivocar. Esperemos que no sea así, porque la institución, los fiscales y la APIF no estamos por la labor de aceptar juegos políticos de ningún tipo, sino por el contrario exigir el refuerzo de la posición de imparcialidad de la Fiscalía General.”
Jorge Fernández Vaquero, portavoz de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria (AJFV) explicaba “que esta decisión “es insólita para uno de los principios constitucionales del Ministerio Fiscal, como es su imparcialidad”, ya que pasar “sin solución de continuidad” de la cartera de Justicia a la Fiscalía General del Estado “destruye toda apariencia de imparcialidad” en las decisiones futuras de este órgano e incluso “de forma indirecta merma la credibilidad de la gran labor profesional y esforzada que realizan a diario los miembros del Ministerio Fiscal en tantos tribunales y juzgados”.
