Estimado
Estimado
navegante:
No
cejan
los
paralelismos
entre
el
deporte
y el
mundo
de
la
empresa.
En
un
momento
como
el
actual
de
crisis
en
nuestra
sociedad
hay
que
reivindicar
el
papel
del
coach
o
líder
que
sepa
dirigir
cualquier
compañía.
En
los
deportes
colectivos,
frente
a
los
individuales,
es
el
papel
del
entrenador
clave
para
los
éxitos
de
esa
formación.
Así
ha
pasado
en
un
club
como
el
Atlético
de
Madrid,
que
desde
la
llegada
de
Diego
Pablo
Simeone
hace
tres
años
ha
cambiado
por
completo.
Simeone,
exjugador
del
club,
alcanzó
el
doblete
con
el
equipo
rojiblanco
en
la
temporada
1995-96.
Ahora,
en
la
mejor
temporada
del
equipo
colchonero
es
finalista
de
la
Champions
League
y
aspirante
serio
al
título
liguero.
Todo
un
logro.
Ideas
claras,
un
plan
de
equipo
creíble
y
mentalizar
a
unos
jugadores
que
son
buenos
pero
que
ahora
parecen
mejores
son
las
claves
de
gestión
de
este
líder
deportivo.
Y es
que
un
líder
positivo
siempre
sabe
sacar
lo
mejor
de
los
profesionales
que
tiene
a su
alrededor
siempre
que
exista
una
hoja
de
ruta
clara.
Si
hiciéramos
un
paralelismo
del
deporte
con
la
justicia,
veríamos
que
algo
falla.
En
los
últimos
veinte
años
hemos
hablado
de
reformas,
de
inversiones
en
justicia;
de
más
jueces,
pero,
por
desgracia
para
el
ciudadano,
nada
de
esto
ha
llegado.
Profesionales
reputados
como
Manuel
Pimentel,
abogado
reputado
y
presidente
de
la
Asociación
Española
de
Consultoria,
en
un
foro
http://goo.gl/6oDjgd
y
Joaquín
Bosch,
magistrado
y
portavoz
de
la
asociación
judicial
,
Jueces
para
la
Democracia,
entre
otros,
han
puesto
el
dedo
en
la
llaga:
¿Quién
lidera
nuestra
justicia?
http://goo.gl/9UoBHz
Si
uno
repasa
los
órganos
de
gestión
de
nuestra
justicia,
Ministerio
de
Justicia,
Comunidades
Autónomas
con
competencias
transferidas
y
CGPJ
se
reparten
la
administración
de
este
servicio
público.
El
resultado:
la
situación
actual
en
la
que
los
juzgados
están
mas
colapsados
que
nunca
por
falta
de
entendimiento
de
estas
instituciones.
La
ocasión
la
pintan
calva,
como
se
suele
decir,
y en
un
momento
de
crisis,
varias
comunidades
autónomas
ya
han
expresado
devolver
las
competencias
en
Justicia.
Es
el
caso
de
Madrid,
con
un
presupuesto
de
400
millones
de
euros,
el
10
por
cien
del
gasto
en
España,
es
preocupante.
Pese
al
esfuerzo,
las
mejoras
no
llegan.
http://goo.gl/m4uC1u
Si
analizamos
la
actividad
del
Ministro
Gallardón
ésta
ha
sido
prolija
y
extensa
en
estos
dos
años;
sin
embargo,
solo
dos
leyes
aprobadas;
la
de
las
Tasas
Judiciales
que
ha
frenado
la
litigiosidad
a
costa
de
impedir
al
ciudadano
reclamar
sus
derechos.
Y la
del
nuevo
CGPJ,
que
diseña
una
nueva
forma
de
gestión
de
la
carrera
judicial.
Del
resto,
solo
podemos
hablar
de
muchas
buenas
intenciones;
Un
Código
Procesal
penal
del
que
poco
se
sabe,
salvo
que
un
grupo
de
expertos
realizó
un
informe;
un
proyecto
de
Ley
de
Justicia
Gratuita
que
no
convence
a
nadie;
una
nueva
reforma
de
la
LOPJ
que
cambia
el
diseño
judicial
pero
que
no
viene
acompañada
de
otra
Ley
de
Planta
y
Demarcación..
Muchas
leyes,
excesivas
normas,
que
se
cocinan
en
el
Parlamento
sin
una
hoja
de
ruta,
y,
lo
que
es
más
grave
sin
consenso
parlamentario.
En
esta
situación
es
complicado
que
avancemos
a
nivel
de
justicia,
cuando
CCAA
con
competencias
transferidas
mucho
tienen
que
decir
en
estas
reformas
y no
han
sido
consultadas.
Es
el
momento
de
centralizar
la
gestión
de
la
justicia.
Nuestra
Constitución
señala
que
el
poder
judicial
es
único.
Sin
embargo
hay
un
grave
contrasentido
que
no
permite
que
se
avance
lo
que
se
debiera
en
materia
de
administración
judicial.
Jueces
y
magistrados
dependen
del
Ministerio
y
del
CGPJ
no
tiene
sentido
que
los
medios,
o lo
que
se
llama
la
administración
de
la
administración
de
justicia
esté
dispersa
en
diferentes
comunidades
autónomas.
Hay
que
diseñar
una
hoja
de
ruta
clara,
con
un
liderazgo
definido
que
impulse
desde
el
consenso
las
reformas
que
requiere
nuestra
justicia.
Así
se
podrán
recuperar
los
más
de
20.000
millones
de
euros
que
están
en
pleitos
en
los
juzgados.
Y
ofrecer
al
ciudadano
la
solución
que
requiera
a su
asunto.
Del
pleito
a la
mediación
pasando
por
la
conciliación
o el
arbitraje
hay
una
amplia
gana
de
métodos
alternativos
a
nuestra
justicia.
En
un
momento
como
el
actual
es
fundamental
reorganizar
con
criterio
nuestra
justicia.
Saber
a
dónde
vamos
y
como
repartir
las
competencias
de
la
administración
de
justicia.
En
el
escenario
actual
la
dispersión
de
decisiones
ralentiza
los
avances.
Ha
llegado
el
momento
que
nuestra
justicia
tenga
su
Simeone.
Nuestros
ciudadanos
lo
agradecerán
Nos
leemos
en
twitter
Un
abrazo,
@LuisjaSánchez