Estimado
navegante:
Nadie
puede
discutir
a
estas
alturas
de
la
película
la
importancia
y
trascendencia
de
las
redes
sociales.
Gracias
a su
inmediatez
e
interactividad
todos
podemos
comentar
con
todos
y
tener
acceso
de
forma
casi
directa
a
las
principales
fuentes
de
información.
Cuando
escribo
estas
líneas
rememoro
la
entrevista
que
le
hicimos
a
Paco
Pérez
Bes,
hoy
uno
nuestros
abogados
tic
de
referencia
y
Secretario
General
de
Inteco
http://goo.gl/jb4XUt
Totalmente
de
acuerdo
con
su
planteamiento:
Twitter
no
es
el
lugar
para
discutir
ni
encender
polémicas.
Dicho
esto,
es
sabido
del
momento
grave
de
nuestro
país.
Desahucios,
desempleo
extremo,
medidas
que
toma
el
legislador
que
no
sabemos
realmente
para
qué..
Todo
eso
hace
que
crezca
la
desesperación
y
que
desde
Twitter,
principalmente
se
hayan
generado
movimientos
de
protesta.
Particularmente
no
me
gusta
que
las
redes
sociales
se
politicen
y se
llenen
de
demagogias,
de
promesas
que
se
incumplen
y
del
“yo
haré
pero
luego
no
hago”.
Es
evidente
que
seguir
y
escuchar
estos
comentarios
es
un
ejercicio
voluntario.
Quien
quiera
hacerlo
que
lo
haga
pero
que
deje
en
paz
a
los
demás.
Totalmente
inaceptable
es
el
viraje
hacia
la
agresividad
que
se
perciben
en
las
redes
sociales.
Pondremos
algún
ejemplo
y
hay
hastag
lamentables
como
aquel
#JuecesSustitutosqueOpositen
que
ha
servido
para
insultar
y
humillar
a un
colectivo
de
jueces,
sumido
en
una
situación
lamentable
por
nuestro
Ministerio,
por
otros
jueces,
estos
opositores
pero
que
han
demostrado
muy
poca
educación.
También
han
sido
gloriosos
los
tuits
que
se
está
llevando
Pablo
Iglesias,
portavoz
de
la
plataforma
“Podemos”,
con
cinco
escaños
en
las
elecciones
europeas
y al
que
un
visionario
ya
decadente
gurú
como
Arriola,
asesor
del
PP,
le
calificó
de
frikis.
Otro
insulto,
no
hay
argumentos
para
parar
lo
evidente.
Desde
hace
semanas
hay
una
campaña
en
redes
sociales
con
la T
de
Tasas
que
ha
sido
muy
efectista
pero
poco
efectiva.
Quien
escribe
ha
participado
de
ella
y
comprobado
que
cuando
uno
comentaba
asuntos
que
no
eran
del
interés
de
los
organizadores,
ese
mensaje
no
se
retuiteaba.
Justicia
no
es
solo
ir
al
juzgado,
y
más
como
están
las
tasas,
es
elegir
con
la
información
suficiente
que
procedimiento
el
ciudadano
puede
utilizar:
juzgado,
arbitraje,
mediación
o
cualquier
otro
método.
Ese
tuit
que
puse
tuvo
dos
retuits.
Curioso,
¿verdad?
Creo
que
si
se
quiere
cambiar
una
ley
o
modifica
una
reforma,
el
camino
no
está
en
Twitter
donde
el
Ministerio
de
Justicia
no
tiene
participación,
sino
la
calle
o la
protesta,
o
incluso
algo
más
duro
como
una
huelga
indefinida.
Pero
eso
sería
poner
de
acuerdo
a
muchos
interlocutores
y no
acaba
de
cuajar
este
tipo
de
actuaciones.
En esta
situación
no
me
parece
descabellada
la
idea
de
Interior
de
controlar
las
redes
sociales
y
expulsar
a
los
insociables.
No
sólo
expulsar,
sino
que,
con
el
Código
Penal
en
la
mano,
estos
sujetos
que
no
apelan
al
diálogo
y
prefieren
el
insulto
deberían
tener
el
reproche
penal
correspondiente.
Basta
ya
de
aguantar
gentuza.
De forma
paralela,
creo
que
también
nosotros,
usuarios
de
Twitter,
podemos
hacer
muchas
cosas.
Yo
no
quiero
estar
al
lado
de
gente
violenta,
mediocre
y
que
utiliza
la
descalificación
para
sentirse
mejor.
Apelo
a tu
buen
sentido
para
que
denuncies
a la
propia
herramienta
esos
comportamientos
y
que
esos
personajillos
nos
dejen
tranquilos.
Mención
especial
hay
que
hacer
a
los
políticos
o
aquellas
personas
que
tienen
un
cargo
público
o
notoriedad.
En
un
momento
como
el
que
vivimos
es
evidente
que
cualquier
manifestación
subida
de
tono
puede
generar
violencia.
Es,
pues,
el
momento
de
ser
prudente
con
lo
que
uno
dice,
igual
que
cuando
nos
prestamos
a
escribir
un
tuit
y a
resumir
en
140
caracteres
un
punto
de
vista
sobre
un
tema
concreto.
Calma.
Prudencia
y no
generar
más
malestar,
por
favor.
Otro
experto
jurídico
como
Alejandro
Touriño
también
tiene
claro
que
las
redes
sociales
son
un
mundo
muy
parecido
al
que
vivimos
a
diario
http://goo.gl/drUriS
Y
diferencia
nuestra
identidad
digital,
lo
que
pensamos
que
somos
de
la
reputación
online,
comentarios
que
tenemos
de
terceras
personas
sobre
nosotros.
Cuando
el
gap
entre
ambas
magnitudes
es
preocupante
es
cuando
tienes
que
reflexionar
sobre
tu
comportamiento.
Vivimos
en
una
sociedad
crispada;
con
graves
problemas
sociales,
donde
casi
seis
millones
de
personas
están
sin
trabajo
y
otros
cuatro
en
la
pobreza
más
absoluta.
Gracias
a
las
redes
sociales
conocemos
la
situación
de
estas
personas.
Pero
no
debemos
quedarnos
en
la
protesta
radical.
Hay
que
ser
solidarios
con
los
demás
y
ayudarles
en
todo
aquello
que
podamos.
Twitter
debe
extremar
las
medidas
para
expulsar
al
insociable
y
aquel
comportamiento
que
sea
reprochable
y
sea
delictivo
hay
que
ir
con
todas
las
consecuencias
con
el
Código
Penal
en
la
mano.
La sociedad
debe
marginar
a
aquellos
que
la
quieren
desestabilizar.
Más
solidaridad
y
menos
insultos
en
Twitter.
Colabora
por
una
red
social
más
cívica
Un abrazo,
nos
seguimos
@LuisjaSánchez |