Estimado navegante.
Esta última comparecencia del Ministro Catalá en el Pleno del CGAE ha servido para manifestar varias cosas, quizás la más importante, que el recorrido de las tasas judiciales como fue ideado por el Ministro saliente Gallardón toca a su fin.
A nadie debe escapársele que la rebaja sustancial que hará Catalá a finales de febrero es el fruto del trabajo de la abogacía como bloque colectivo. Es posible que haya faltado conexión e información entre la abogacía institucional y el abogado de a pie, pero ambos han sido decisivos para este cambio en nuestro ordenamiento.
Es evidente que algunas fotos del Ministro Catalá con algunos consejeros tanto en grupo como a nivel individual al finalizar dicho encuentro hayan sido desafortunadas y puedan generar equívocos pero no se puede negar que ahí está el trabajo de negociación con el Ministerio, a lo largo de estos meses. En este campo se ha logrado desactivar la ley de Servicios y Colegios Profesionales, detener la reforma de la Justicia Gratuita y reducir las tasas, esperemos que así sea considerablemente.
En el otro lado de la balanza también hay que destacar, como ya hicimos en alguna otra oportunidad el trabajo desinteresado, efectivo y continuado de los abogados de a pie. Ellos y sus clientes son los que más están sufriendo la repercusión de las tasas y quizás su labor no haya sido reconocida en la medida que se debe por la abogacía institucional. Muchos de ellos, englobados en la Brigada Tuitera, han hecho un trabajo impresionante en cuanto a situar el problema, las tasas judiciales, en el centro del debate.
En un momento como el actual abogacía institucional y abogados de a pie deben crear un frente único. Hablar y mantener canales de comunicación que ayuden a compartir ideas e intereses. Y sobre todo evitar fricciones que no llevan a ningún lado. Una abogacía partida, sin un plan estratégico nunca podrá ser un elemento destacado en nuestro país. Es pues el momento de consensuar posturas y buscar la unidad de acción dejando los personalismos a un lado.
Posiblemente sea el momento de buscar la unidad de acción. Porque la abogacía española que hace años tenía un peso específico importante tiene que volver a encontrar su lugar en nuestra sociedad. Un lugar que los ciudadanos necesitamos porque los abogados defienden siempre nuestros derechos fundamentales.
En estas circunstancias abogacía institucional y abogacía de a pie deben volver a compartir proyectos y a ir de la mano. Sin ningún tipo de rencor ni mal rollo. Es el momento de la unidad de acción y del diálogo sin prisa pero sin pausa.
Los ciudadanos agradeceremos mucho que sigáis defendiendo nuestros derechos.
Un cordial saludo
@LuisjaSánchez |