Anna Marra.
Según Margaret Hagan, profesora en Stanford de Legal Design, el diseño debería ser parte de la caja de herramienta de cualquiera abogado. Pensar y actuar como un legal designer permite tomar decisiones más intencionales y exitosas en lo que se refiere al diseño y puesta en marcha de un servicio o de un producto. El primer paso de este proceso es entender el Status Quo de las personas o de los sistemas a los cuales se dirige el cambio que queremos implementar. Para “ponerse en la piel” de los usuarios finales del servicio, podemos usar varias técnicas o herramientas, como pueden ser las entrevistas, el storytelling, la observación del producto o del servicio en acción, el “walk a mile” o el “service safari”, que nos permiten entender el servicio desde dentro, como si fuéramos etnógrafos o exploradores, siempre en contacto con nuestros usuarios.
Anna Marra, Project Manager & Consultant
Fingiendo ser un etnógrafo y observando el tiempo libre de los abogados, me ha sorprendido que haya un buen porcentaje de abogados y abogados que se implican en el running y que a menudo participan en competiciones. Consciente de que habrá excepciones, me pregunto por qué los abogados se unen a esto tipo de competiciones y no a partidos de golf.
En su estudio sobre la personalidad de los abogados, que se basa en más de 20 años de investigación y en la medición de docenas de rasgos entre miles de abogados, el Dr. Larry Richard concluye que los abogados son altamente autónomos y comparten un buen número de rasgos de personalidad que los distinguen del público en general.
Richard detecta que los abogados puntúan alto en «escepticismo» (con un promedio de percentil 90) con tendencia a críticos, cuestionadores, argumentativos y autoprotectores. Por el contrario, las personas que obtienen puntajes bajos tienden a aceptar a los demás, confiando en ellos, y dar a los demás el beneficio de la duda.
También, con respecto al público en general, puntuarían alto en “urgencia”. Un alto puntaje en Urgencia se caracteriza por la impaciencia, una necesidad para hacer las cosas, una sensación de inmediatez. El potencial inconveniente de este rasgo surge de manera más significativa en interpersonales relaciones. Los abogados urgentes intentan ser «eficientes en las relaciones»
Finalmente, los abogados tienen una puntuación promedio de Sociabilidad de solo 12.8%, comparado con un promedio de 50% para el público en general. La sociabilidad se describe como un deseo de interactuar con las personas, especialmente un consuelo. Los puntajes bajos no son necesariamente antisociales, sino más bien pueden indicar que simplemente les resulta incómodo iniciar una relación, que son más propensos a confiar en las relaciones que ya existen y son menos propensos a disfrutar interactuando con otros.
Me atrevo a pensar que estos son los rasgos que de alguna manera llevan a los abogados a elegir el running. Sin quitar a este deporte todo su atractivo y su belleza, es cierto que implica una competición constante, curiosamente no tanto con un adversario, sino más bien consigo mismo. Quien corre, lo hace con la idea de una continua superación de los propios límites. No es casual que los abogados sean perfiles orientados al resultado, como concluye Richards. Y en este afán de superación, las relaciones pueden ser muy marcadas, pero con pocos elementos y muy de confianza, como puede ser la propia liebre.
Los abogados, que por naturaleza tienen tendencia al escepticismo, pueden encontrar en el running una experiencia que ayuda a mantener la mente positiva y a gestionar los problemas. El running ayuda a combatir la ansiedad y el estrés: al correr se segregan endorfinas que mejoran la actitud mental del corredor y favorecen que el deportista haga frente a problemas de ansiedad. Salir a correr o trotar actúa como un masaje para el Cerebro. Esta actividad deportiva segrega sustancias como la dopamina y la serotonina provocando un equilibrio neuroquímico y una estabilidad emocional. Además, aumenta la autoestima: permite marcarse objetivos y conseguirlos, mejorando la propia forma física. En un deporte como el running la motivación es esencial. Cuando las piernas no responden, la mente es la que empuja a seguir en carrera y lleva a la línea de meta.
Por otro lado, el golf es uno de los deportes favorido por los emprendedores y la gente de negocio. Uno a contacto con el otro, hablando durante horas, buscando una relación, con el placer del tiempo calmado, sin sentimiento de urgencia. En este deporte la sociabilidad se despliega. El golf despeja la mente e invita a construir estrategias, desconecta y relaja de una forma diferentemente que el running, donde la tensión hacía la superación es constante y la relajación es más bien el resultado de la concentración sobre la actividad. En el Golf las endorfinas se emocionan a través de la vista (cambias el asfalto por la hierba) y el ejercicio.
Y sobre todo, el Golf favorece la relaciones comerciales.
Según un artículo de Harvard (4 business lessons to learn from golf, de Nathalie Chdalek) il golf ayuda el networking. En el estudio “The Boardroom to the Back Nine: The Importance of Golf in Business”, el 97% de los ejecutivos entrevistado ven el golf con un socio comercial como una forma de establecer una relación cercana; el 92% utiliza el golf como una forma de hacer contactos de negocios; más del 50% dice que no hay mejor manera de conocer a asociados y clientes; el 43% de los ejecutivos dice que algunos de sus mayores acuerdos se han hecho o iniciado en el campo de golf.
Aún más importante, el 59% cree que la forma en que una persona juega al golf es la forma en que se comporta en los negocios. El 67% de los encuestados dice que una persona que hace trampas en el golf probablemente haría trampa en los negocios. El 57% dice que un exaltado en el campo de golf es probablemente de mal humor en el trabajo.
¿Y si los abogados jugaran más a golf, tanto por aumentar su sociabilidad como como aprovechar de un nuevo canal de negocio?
