Paloma Abad Tejerina, abogada de derecho de familia y derecho internacional

Paloma Abad Tejerina

La influencia y consecuencias del Covid-19, van mucho más allá de lo aparente, permítame que repita : mucho más allá,  ya que ha puesto en evidencia gran parte de la realidad, no solo para círculos restringidos en cada área, sino para toda la sociedad residente en España.

El art. 24 de la Constitución española expresa que “Todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda producirse indefensión”

Y si bien es cierto que nuestra Constitución no dice el plazo en que se debe obtener esa tutela, resulta claramente de aplicación lo que dijo Seneca” …nada se parece tanto a la injusticia como la justicia tardía” , y es precisamente lo que venia sucediendo hasta ahora, si bien ahora magnificado por una parada que pudo evitarse de haberse utilizado los medios telemáticos de los que se dispone, ya que numerosos actos procesales e incluso procedimientos no precisan la presencia de los justiciables.

El colapso de la justicia, ya antes del Covid-19, resultaba evidente, y aun cuando, no se puede generalizar, y dependía la agilidad en la resolución de los conflictos no solo de juzgados, sino de localidades, y comunidades, – pues recordemos que la gestión esta cedida a las Comunidades Autónomas- lo cierto es que el Covid-19, desgraciadamente ha puesto el último peldaño,  para que el colapso judicial sea una realidad tan evidente que no pueda ya obviarse,  haciendo necesarias medidas urgentes que traten de minimizar su impacto en la ciudadanía.

Para ello se ha movido en las redes del ámbito jurídico un memorial de más de 400 páginas, denominado  “ Primer documento Plan de Choque Administración de Justicia” sin duda bien conocido por los lectores de este artículo, en caso de desconocerle encontraran de inmediato en los buscadores de Internet, que modifica procedimientos judiciales, elimina recursos, olvida las vacaciones de cualquier profesional que no sean los funcionarios, amen de otras que no relato, pues  su lectura y enjuiciamiento corresponderá a cada lector.

Lo cierto es que, quizá sea mi impresión, pero la divulgación de dicho documento solo puede tener dos finalidades:

1º.- Ir adelantando a los operadores jurídicos lo que viene, sin posibilidad de modificación alguna, para que con el transcurrir de un poco de tiempo hasta su aplicación, puedan pasar las cinco fases del duelo : negación, ira, negociación, depresión para finalmente llegar a su aceptación.

2º.- Poner en conocimiento de los operadores jurídicos las bases para que hagan sus propuestas a dicho plan, y tras ello formalizar un segundo documento Plan de Choque que volvería disponer de ambas dos finalidades.

No quiero adelantar conclusiones, pues las mismas dependerán de cada lector, si bien no puedo resistirme a decir que  el Plan reconoce oficialmente lo ya evidente: la Justicia no funciona, se dictan resoluciones contradictorias, y eso siempre se sufre por el justiciable, y resulta necesario solucionar  y poner medidas para la efectividad de dicho derecho constitucional,   para ello copio textualmente de dicho Plan : “falta de aprovechamiento de todo el potencial que ofrecen las nuevas tecnologías” …. “La diferente forma de abordar este tipo de asuntos de la misma naturaleza” …..“Salas con diferentes secciones se produzcan resoluciones distintas o contradictorias “

Quiero ser optimista y pensar, que siendo un grave problema, tenemos la oportunidad de arreglarlo, ahora bien, dejo también en el aire para el lector que quiera coger el testigo: ¿es necesario cambiar la legislación?  ¿ es necesario cambiar tantas normas y además vía  de urgencia?  ¿De nuevo vía Real Decreto?  O lo sería mejor el estudio y reflexión de todos los operadores jurídicos,  porque puede ser que quizá no falten leyes, sino más bien dotar de adecuado y controlado presupuesto  económico y personal para ejercer adecuadamente las leyes ya vigentes?

Su decisión es ahora más importante que nunca, pues ahora estamos verdaderamente forjando un nuevo futuro.