Con 2015 ya iniciado, más que de retos para
la protección de datos personales y la
privacidad, cabe hablar de la necesidad de
avanzar con cuestiones que siguen estando
pendientes y que hay que abordar sin
dilación para poder restablecer la confianza
que, durante los últimos años, se ha ido
erosionando y que es necesaria más que nunca
en todos los ámbitos de nuestras vidas, ya
sea como consumidores o como ciudadanos.